Piotr Demiánovich Ouspenski

La búsqueda de milagros y de los secretos de lo espiritual guió la vida de Piotr Demiánovich Ouspenski, un escritor ruso nacido el 5 de marzo de 1878 en Moscú. Diversos viajes que desarrolló en su juventud a países como Egipto, Grecia y Turquía lo llevaron a volcar sus vivencias y reflexiones en libros.

Piotr Demiánovich OuspenskiAntes de los 40 años de edad, ya había publicado varias obras que lo situaban como un autor reconocido. “La extraña vida de Iván Osokin” fue su primera novela, desarrollada en torno al concepto de recurrencia eterna. Luego publicaría “La cuarta dimensión” y “Tertium organum”, otros trabajos de gran valor filosófico y literario.

En 1915, Ouspenski (cuyo apellido también suele escribirse como Uspenski) conoció a George Ivánovich Gurdjíeff, famoso filósofo armenio, y se convirtió en uno de sus discípulos. El autor ruso manifestó que los conceptos de Gurdjíeff lo introdujeron a una nueva forma de pensamiento. Durante tres años, ambos trabajaron en conjunto con gran intensidad y después, poco a poco, comenzaron a tomar caminos separados, aunque cada tanto volvieron a reunirse.

Ante el estallido de la Revolución Bolchevique, Ouspenski viajó a Estambul (por entonces, Constantinopla). Allí se reencontró con Gurdjíeff y ambos llevaron adelante un grupo para estudiar sus sistemas de pensamiento. Tiempos después, Ouspenski se radicó en Inglaterra e impulsó la fundación del Instituto Gurdjíeff.

“Fragmentos de una enseñanza desconocida”, “Cartas desde Rusia”, “Charlas con un diablo”, “El simbolismo del tarot” y “Psicología de la posible evolución del hombre” son otros de los libros publicados por este escritor que, al desatarse la Segunda Guerra Mundial, emigró a los Estados Unidos.

Recién en 1947 Piotr Demiánovich Ouspenski retornó a Inglaterra. Su muerte se produjo el 2 de octubre de dicho año en la ciudad de Surrey. Más allá de sus trabajos impresos, Ouspenski también quedó en la historia por sus charlas, conferencias y seminarios que marcaron a una gran cantidad de personas.

Comentarios1

  • Raoul Shade

    Otro ser pensante que, si se hubiera quedado en la URSS, hubiera terminado en la Lubianka, en un campo de concentración estalinista en Siberia o directamente fusilado; como los centenares de hombres de letras, filósofos, historiadores rusos fusilados por el verdugo de Lenin: Félix Dzerzhinski, en los años 1920, y como los dos mil y tantos ejecutados entre 1937 y 1939 por el verdugo de Stalin: N. I. Yezhov, no sin la oportuna complicidad de los sobornables escritorzuelos, obedientes de la colectivización, convertidos en sus propios verdugos.



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