Rafael Ángel Troyo

El costarricense Rafael Ángel Troyo Pacheco, quien a lo largo de su trayectoria artística sumó experiencia como músico, cuentista, poeta y novelista, nació el 18 de junio de 1870 en Cartago.

Su formación académica inicial transcurrió en el Colegio San Luis Gonzaga situado en su localidad natal. Con el tiempo, estudió Ciencias Económicas en territorio estadounidense y amplió sus conocimientos en suelo europeo. Llegó a tener una excelente posición económica, invirtiendo su dinero en una lujosa propiedad frecuentada por amigos bohemios, artistas, políticos y músicos.

En 1903, este descendiente de la pareja compuesta por Dolores Pacheco Ugalde y José Ramón Troyo celebró su boda con Lidia Jurado Acosta, mujer con la cual tuvo tres herederos.

“Revista Nueva”, “La Selva” y “La Musa Americana” fueron algunas de las publicaciones que lo tuvieron como director, mientras que con su colega guatemalteco Máximo Soto Hall editó una revista denominada “Pinceladas”.

Este autor, responsable de libros como “Terracotas. Cuentos breves”, “Poemas del alma”, “Topacios. Cuentos y fantasías” y “Corazón joven”, es recordado como uno de los intelectuales más sobresalientes de su patria y uno de los promotores del modernismo en Costa Rica.

El destino lo arrancó de este mundo de modo trágico y abrupto, cuando todavía tenía mucho por hacer y disfrutar, tanto a nivel profesional como personal. Rafael Ángel Troyo encontró la muerte el 4 de mayo de 1910 en la Iglesia de María Auxiliadora ubicada en Cartago mientras apreciaba la presentación de un coro de chicos huérfanos. En ese contexto, como consecuencia de un terremoto, cayó sobre su cuerpo una viga de madera. Sus restos, tras recibir el último adiós por parte de familiares y amigos, fueron llevados al Cementerio General de su ciudad natal. Más allá de tener textos publicados y canciones que permiten apreciar su talento creativo traspasando épocas y fronteras, hay que tener en cuenta que quedaron inéditos varios contenidos poéticos y una novela de su autoría.