Mucho ha cambiado en la literatura, en la actividad de los escritores y en las preferencias de los lectores desde el nacimiento de Rafael del Castillo, allá por 1830. Sin embargo, el legado de este español nacido en Cartagena aún sigue vigente a nivel internacional y su figura todavía genera interés en críticos, intelectuales y aficionados al mundo de las letras.
A este novelista que también se desempeñó como periodista y traductor se lo tiene presente por sus relatos históricos, sus comedias, sus zarzuelas y sus novelas de tinte sentimental. Su vida privada, en cambio, parece haber quedado en el olvido ya que, hoy en día, se desconocen detalles de cuestiones relacionadas al plano personal del escritor. Claro que, en definitiva, lo más valioso no es recordar dónde estudió o cómo estaba compuesta su familia sino poder conocerlo o redescubrirlo por medio de sus trabajos literarios.
Del Castillo, cuentan los estudiosos que reconstruyeron las actividades profesionales más trascendentes de este intelectual fallecido en 1908, fue el fundador de una empresa denominada Rafael del Castillo y Compañía, así como el director del periódico “El Faro Murciano”. También dirigió “El Radical” de Cartagena.
“Gran Diccionario geográfico, estadístico e histórico de España y sus provincias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas y posesiones de Áfruc”, “España y Marruecos: historia de la guerra de África, escrita desde el campamento”, “El Trapero de Madrid”, “Los caballeros del amor (Memorias del reinado de Carlos III)”, “El Palacio por dentro y el Pueblo por fuera”, “Celos de un ángel. Páginas del corazón” y “Los bandidos célebres españoles” son algunos de los títulos que forman parte de la producción literaria de Rafael del Castillo.
Cabe resaltar que, además de publicar numerosas novelas, este escritor que en ciertas ocasiones apeló al seudónimo de Álvaro Carrillo para firmar sus creaciones tradujo al español varias obras desarrolladas originalmente en francés.
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