Abogado, político, periodista y escritor: el boliviano Ramón Rocha Monroy, quien nació el 20 de febrero de 1950 en la ciudad de Cochabamba, es un hombre con inquietudes diversas.
Rocha Monroy se formó en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), recibiéndose de abogado. Más adelante también estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde cursó una maestría en Ciencias Sociales.
Su trayectoria profesional la desarrolló en diferentes ámbitos. Rocha Monroy, por ejemplo, se dedicó a la docencia, enseñando en universidades. Como periodista, se centró en la publicación de columnas que firmó con el pseudónimo de Ojo de Vidrio, colaborando con medios como Los Tiempos, La Prensa y Opinión.
En la embajada de Bolivia en México, por otra parte, Rocha Monroy fue asesor de prensa durante dos años. Antes había sido director del Instituto Boliviano de Cultura, mientras que después, entre 1998 y 2000, ejerció funciones como viceministro de Cultura de su país.
En cuanto a sus publicaciones, Rocha Monroy debutó en 1975 con el ensayo “Pedagogía de la liberación”, que le valió el Premio Franz Tamayo. También en los ’70 presentó el libro de cuentos “Allá lejos” y otra obra titulada “El padrino. Balance o estado de cuentos”.
En 1983, Rocha Monroy –experto en crónicas y críticas gastronómicas– se consagró como novelista gracias a “El run run de la calavera”, un trabajo que quedó en el segundo lugar del Premio Erich Guttentag. El libro está considerado entre los más importantes de la literatura boliviana de acuerdo a diversos especialistas.
“Ando volando bajo”, “La casilla vacía”, “Todos los cominos conducen aroma”, “Iskay”, “La sombra del tambor” y “Potosí 1600” son otros de los libros publicados por Ramón Rocha Monroy, ganador del Premio Nacional de Novela en 2002 y declarado Cronista de la Ciudad de Cochabamba por el Consejo Municipal local en 2011.
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