Detrás de todo libro, hay alguien de carne y hueso que ideó su contenido. Y a menudo, las historias de vida de esos intelectuales son dignas de llevar al plano de la ficción para ofrecer relatos intensos, cargados de misterios y emociones.
Al repasar las vivencias de Enriqueta O’Neill o Regina Flavio, tal el seudónimo que eligió para publicar varias obras, uno consigue descubrir una trama repleta de amores, pasiones y sensibilidad artística.
La llegada al mundo de esta autora española se produjo en Madrid el 27 de marzo de 1909. Sus padres fueron la pianista y escritora Regina Lamo y Jiménez y el diplomático mexicano Enrique O’Neill Acosta, quienes antes de ella tuvieron a Carlota. Para seguir la tradición familiar, la primogénita también se dedicó a la escritura.
Además de sumar experiencia como novelista, Enriqueta probó suerte como cantante e incursionó en el arte de la actuación. “Un hombre interesante”, “El mañana es nuestro”, “Tras la niebla”, “El tiempo pasa”, “Una mujer frente a su destino”, “Quimera de amor” y “Alma de Marruecos” son algunos de los títulos que forman parte de su producción literaria.
Sobre su vida personal se sabe que esta exponente del universo literario mantuvo una relación extramatrimonial con el político, periodista y escritor peruano César Falcón. Fruto de ese amor clandestino nació una niña, que fue bautizada como Lidia Falcón O’Neill y que Enriqueta crió en soledad. Impulsada por las actividades de sus progenitores, Lidia se licenció en Periodismo, en Derecho y en Arte Dramático, además de doctorarse en Filosofía. Por su militancia política y su compromiso con la causa feminista, esta escritora ha sufrido presiones y persecuciones e, incluso, llegó a ser encarcelada. Se cree que, por estos hostigamientos a su hija, Regina Flavio decidió suicidarse el 17 de noviembre de 1972, mientras se encontraba en Barcelona.
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