En 1853 nacieron autores de la talla del cubano José Martí, el mexicano Salvador Díaz Mirón, el alemán Oskar Panizza, el francés René Bazin y la sueca Sophie Elkan. El 1 de febrero de ese mismo año, en la ciudad de Madrid, también nació el destacado poeta español Ricardo Gil.
Su infancia transcurrió entre la capital española y Murcia, donde estudió y solía asistir a diferentes tertulias. De hecho, se formó en Derecho y una vez que se graduó se radicó en suelo murciano, aunque nunca ejerció.
Los primeros versos y artículos de Gil aparecieron en publicaciones como Blanco y Negro, Semanario Murciano, Revista Contemporánea y El Álbum. Por las características de su obra, Gil fue considerado, junto a Manuel Reina Montilla y a Salvador Rueda, un precursor del modernismo. También se menciona su cercanía al simbolismo y la influencia que tuvo Gustavo Adolfo Bécquer en sus creaciones.
Gil presentó apenas dos poemarios en vida. En 1885, el escritor lanzó “De los quince a los treinta”; trece años después, salió a la luz “La caja de música”, que tuvo traducciones a idiomas como el ruso, el alemán, el francés y el italiano. Más adelante, de manera póstuma, se publicó un volumen titulado “El último libro”, mientras que su familia editó sus “Obras completas” recién en 1931.
Varios especialistas consideran que el trabajo de Gil no tuvo el reconocimiento que se merece, sobre todo tras la muerte del poeta. Incluso mencionan el interés que suscitó en Juan Ramón Jiménez y en otros grandes de la literatura española.
Ricardo Gil, quien dedicó poemas a una mujer húngara llamada Isabelle von Pekovick de la cual se enamoró, falleció el 1 de diciembre de 1907 en Madrid. Sus restos fueron llevados a Murcia y en la actualidad descansan en el Cementerio de Nuestro Padre Jesús del barrio de Espinardo.
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