Robert Desnos

El surrealismo francés tuvo importantes exponentes, como Guillaume Apollinaire, Antonin Artaud y André Breton. En este grupo también se destaca un autor nacido el 4 de julio de 1900 en París: el poeta Robert Desnos.

Hijo del dueño de un café, Desnos estudió en una escuela comercial y luego empezó a trabajar como vendedor. Interesado por el significado de los sueños, fue acercándose al surrealismo y se convirtió en columnista de la sección literaria del diario Paris-Soir. Sus primeros pasos como poeta los dio en la publicación Tribune des jeunes.

“Rrose Sélavy”, aparecido en 1922, fue su primer libro. A esta obra le siguieron trabajos como “Las tinieblas”, “A la misteriosa”, “Fortunas”, “Los tres solitarios”, “La libertad o el amor”, “El destripador” y “Dominio público”, entre otros poemarios y relatos, varios de los cuales fueron editados de manera póstuma.

Pese a que, en un principio, mantuvo una buena relación con Breton, ambos escritores se fueron distanciando con el tiempo hasta enfrentarse públicamente. Desnos no compartía ciertos postulados del surrealismo e incluso nunca dejó de trabajar como periodista, mostrando su interés por la realidad y la actualidad.

Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Desnos se sumó al movimiento de la Resistencia francesa, viéndose forzado a publicar varios textos con pseudónimos como Pierre Andier y Lucien Gallois. La policía secreta del nazismo (la Gestapo) finalmente lo capturó el 22 de febrero de 1944 y lo envió a Auschwitz.

Desnos pasó por otros campos de concentración hasta que llegó a Terezín, en el territorio checoslovaco. El 8 de junio de 1945, pocos días después de la liberación del campo, el escritor murió como consecuencia del tifus.

Los restos de Robert Desnos reposan en el Cementerio de Montparnasse. Cerca de su tumba, también descansan otros grandes autores como el peruano César Vallejo y el argentino Julio Cortázar.