El español Samuel Ros Pardo, quien además de dar muestras de interés y habilidad para la escritura sumó experiencia en el ámbito político, llegó al mundo el 9 de abril de 1904 en el seno de una familia de buena posición económica afincada en Valencia.
En su juventud, además de formarse en Derecho, debutó como escritor a través de una obra titulada “Las sendas”. Ya instalado en suelo madrileño, frecuentó varias tertulias y amplió su producción literaria con “Bazar”.
Quien fuera integrante del partido Falange Española tuvo oportunidad de entrar en contacto con diversos intelectuales, algunos de los cuales llegaron a ser sus amigos, como ocurrió con Miguel Pérez Ferrero y Dionisio Ridruejo.
Para sobreponerse en 1935 al fallecimiento de su novia Leonor, un golpe que lo sumió en una profunda depresión, Samuel inició una travesía que lo condujo por Portugal, Italia y Francia. En tiempos de Guerra Civil, en tanto, este colaborador del semanario falangista F.E. se resguardó en la embajada de Chile.
En 1938, el responsable de “El ventrílocuo y la muda”, “El hombre de los medios abrazos”, “Los vivos y los muertos”, “Cuentos de humor” e “Historia de las dos lechugas enamoradas” asumió en territorio chileno como delegado de propaganda y prensa de la Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. En esa nación, asimismo, consiguió en la Biblioteca Nacional una Lectoría de Español.
Nuevamente en España, Ros comenzó un romance con la actriz María Paz Molinero y fruto de ese amor, este escritor que fue recompensado en 1943 con el Premio Nacional de Literatura, se convirtió en padre.
El 6 de enero de 1945, quien publicara textos en “Escorial”, dirigiera la revista “Vértice”, tuviera a su cargo una sección del diario “Arriba” y estrenara espectáculos como “La felicidad empieza mañana”, “Mujeres”, “En el otro cuarto” y “Víspera”, encontró la muerte en la capital española.
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