Susana Soca

El 19 de julio de 1906, Luisa Blanco Acevedo y Francisco Soca celebraron en Montevideo el nacimiento de su hija Susana, quien al crecer se destacaría dentro del universo literario por sus habilidades para la poesía.

Susana SocaEsta uruguaya que, por los vínculos sociales de sus padres, creció en contacto con intelectuales como Orfila Bardesio, Carlos Sabat Ercasty y Jules Supervielle tuvo la oportunidad de residir varias temporadas en la capital de Francia, primero en compañía de sus familiares y, más tarde, en soledad.

Su educación estaba en manos de preceptores que la instruyeron en múltiples lenguas, logrando que domine el italiano, griego, alemán, inglés, latín y francés. De grande, además, se especializó en el idioma ruso con el objetivo de disfrutar los textos de Boris Pasternak.

En 1947, Soca lanzó en París la revista literaria “Cahiers de la Licorne”. Meses después salieron a la luz sus primeras composiciones poéticas. Para acceder a su legado hay que conseguir ejemplares de “Noche cerrada” y “En un país de la memoria”, libros que, tras el fallecimiento de Susana, salieron a la luz por iniciativa de Guido Castillo.

Al reconstruir el tramo final de su vida se advierte que, en 1959, esta escritora iba a dejar el suelo parisino para retornar a Montevideo por pedido de su madre. A último momento, después de despedirse de sus amistades como presintiendo aquello que el destino le tenía preparado, cambió su boleto y subió a un avión que, al tratar de aterrizar en Río de Janeiro donde la pista se encontraba resbaladiza, terminó estrellado. En ese contexto, Susana Soca murió. Esa partida ocurrida el 11 de enero de 1959 generó en su progenitora un cuadro depresivo profundo y una honda conmoción en sus amigos. Desde entonces, numerosos escritores y otros creativos le rinden homenaje y tratan de mantener vigente el interés por su legado.



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