Una de las escritoras que, a lo largo de la Historia, más se ha destacado dentro del segmento de literatura para niños y jóvenes ha sido la brasileña (que nació y pasó sus primeros años de vida en suelo soviético) Tatiana Belinky.
Esta mujer, descendiente de la pareja conformada por una odontóloga llamada Rosa y un comerciante de nombre Aron, llegó al mundo el 18 de marzo de 1919 en Petrogrado. Dos años después, se instaló con sus padres en Riga (Letonia) y, ya con una década sobre sus espaldas, viajó junto a ellos a territorio brasileño, donde residió hasta su muerte.
Desde temprana edad dominó el letón, el ruso y el alemán, pero con el tiempo amplió sus conocimientos sobre idiomas y pudo trabajar, tras concluir un curso en la Universidad Presbiteriana Mackenzie, como secretaria en inglés y portugués.
En 1940, quien fuera también por un tiempo estudiante de Filosofía en la Universidad São Bento, contrajo matrimonio con Júlio Gouveia, educador y médico con el cual llegó a tener dos herederos. Juntos desarrollaron en São Paulo, hacia fines de 1948, traducciones y obras destinadas al público infantil. Además, trabajaron para la cadena televisiva Rede Tupi.
Belinky, ya dedicada a la creación artística, presidió la Comisión Estadual de Teatro de São Paulo, fue contratada por el canal TV Cultura y elaboró textos para medios como “Jornal da Tarde” y “Folha de São Paulo”.
“Limeriques”, “Las apariencias engañan”, “Coral dos bichos”, “Transplante de menina” y “Mandaliques” son algunas de las obras que permiten, aún en la actualidad, apreciar el talento de Tatiana para la escritura. Varios de sus materiales literarios, además de haberse traducido a múltiples idiomas, fueron reconocidos con galardones como el Premio Monteiro Lobato y el Premio Jabuti.
Esta autora que gestionó la ciudadanía brasileña falleció el 15 de junio de 2013 en São Paulo.
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