Si viajamos en el tiempo y rescatamos del olvido a hombres y mujeres que, de algún modo, se hicieron inmortales a través de sus textos cobrarán relevancia personalidades como Teresa Landucci Bandettini, quien por las actividades artísticas que desarrolló supo quedar en la Historia bajo la denominación de “la bailarina literaria”.
Esta artista italiana que fue parte de una familia de escasos recursos económicos nació en la región de la Toscana el 11 de agosto de 1763. Quedar huérfana de padre a poco de haber llegado al mundo marcó su infancia pero no frenó sus sueños: bajo el seudónimo de Amarilli Etrusca, esta descendiente de la pareja compuesta por Maria Alba Micheli y Domenico Bandettini pudo mostrar sus habilidades para la danza en teatros de Venecia y Florencia, entre otras ciudades. Con los años, además, sorprendió a mucha gente gracias a su talento para improvisar versos.
A Lucchese Pietro Landucci, hombre con el que contrajo matrimonio, lo conoció en 1789 en la ciudad de Imola. A partir de esa época, sus energías dejaron de estar concentradas en el baile para desarrollar con más profundidad su agudeza poética. Tan sorprendente era su ejercicio creativo que Ludovico Savioli no dudó en patrocinarla y en solventar una edición de “Muerte de Adonis”, un poema de su autoría que ilustró Francesco Rosaspina.
Parte de sus obras improvisadas aparecieron en publicaciones lanzadas en 1801 y 1807, pero la autora prefería cautivar a los lectores con trabajos poéticos más elaborados. “Montranito”, “In morte d’ una sua figlia”, “Rime varie”, “Rosmunda in Ravenna”, “Saggio di versi estemporanei”, “In morte di Cesare Lucchesini”, “Poesie diverse” y “Viareggio” son algunos de los títulos con los que ha enriquecido al mundo de las letras.
El fallecimiento de Teresa Bandettini tuvo lugar el 6 de abril de 1837 en la ciudad italiana de Lucca.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.