Hay familias en las que la pasión por la literatura parece formar parte de los genes. Eso ocurre con los Calderón en Chile: Alfonso Calderón es un destacado escritor que, junto a su esposa Lila González, tuvo tres hijas que se vincularon al mundo de la literatura y de los libros.
Una de ellas es Teresa Calderón, nacida el 30 de marzo de 1955 en la ciudad de La Serena. Con apenas 18 años, contrajo matrimonio y un año después, en 1974, dio a luz a su único descendiente: Gustavo Barrera Calderón, otro poeta.
Haber sido madre tan joven no le impidió estudiar, formándose como pedagoga en la Universidad Católica de Chile y especializándose luego en estética. Como no podía ser de otra manera, su padre fue clave en su acercamiento a la literatura. Teresa, en su época de universitaria, comenzó a asistir a un taller de poesía dirigido por Alfonso Calderón y Roque Esteban Scarpa.
En 1984, poco antes de cumplir 30 años, Teresa Calderón publicó su primer libro: “Causas perdidas”. Además de dedicarse a los poemas, la autora pronto empezó a mostrar su talento para los cuentos y las novelas.
“Imágenes rotas”, “Aplausos para la memoria”, “Mi amor por ti”, “Amiga mía”, “Vida de perras”, “Elefante”, “Súper Inti y el misterio del espejo”, “Esa mañana llovía cántaros azules” y “El tesoro de la bruma” son algunos de los libros de su autoría.
Además de su padre, Calderón ha mencionado que Nicanor Parra, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, César Vallejo, Garcilaso de la Vega y Francisco de Quevedo están entre los autores que la han influido.
Docente en la Universidad Católica, la Universidad de Chile, la Universidad Finis Terrae y otras instituciones, Teresa Calderón ha ganado el Premio Pablo Neruda, el Premio Altazor de Poesía y el Premio Elena Caffarena, entre otras distinciones.
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