Hay autores que tienen el privilegio de nacer en un hogar donde no existen las penurias económicas, algo que siempre ayuda en la formación y en el acceso a los libros. Otros, en cambio, deben forjar su camino literario (y en la vida) con mayor esfuerzo.
Chloe Anthony Wofford, más conocida como Toni Morrison, nació el 18 de febrero de 1931 en una humilde vivienda de Loraine, en el estado de Ohio (EE.UU.). Eso no impidió, sin embargo, que se convierta en una gran lectora, teniendo a León Tolstói y Jane Austen entre sus autores favoritos. Su padre, George Wofoord, fue quien le transmitió diversos relatos y mitos vinculados a la comunidad afroamericana, una influencia que luego se reflejaría en sus obras.
Antes de iniciarse como escritora, Morrison (apellido que adoptó tras casarse con el arquitecto Harold Morrison en 1958, de quien se divorció en 1964) cursó estudios en las universidades de Howard y Cornell, especializándose en Filología. Su relación con el mundo académico nunca terminaría ya que, tras su graduación, se convirtió en docente de la Universidad de Texas, la Estatal de Nueva York, Princeton y de la propia Howard.
Su primer libro apareció recién en 1970: “Ojos azules”, un relato sobre una pequeña de raza negra que desea tener los ojos claros que lucen sus muñecas de niñas blancas. Desde entonces, la temática racial volvería a aparecer en muchas de sus obras.
“Sula”, “La canción de Salomón”, “La isla de los caballeros”, “Jugando en la oscuridad”, “Paraíso”, “Amor” y “Una bendición” serían algunas de las obras que incrementarían su producción literaria con el correr de los años y que le permitirían ganar el Premio de la Crítica, el Premio Pulitzer, el Premio Helmerich y, en 1993, el Premio Nobel de Literatura. Además de novelas, Morrison también escribió cuentos, obras de teatro y numerosos ensayos.
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