El pequeño balneario chileno de Tongoy, perteneciente a la región de Coquimbo, vio nacer el 12 de mayo de 1882 a Víctor Domingo Silva Endeiza, un hombre que se convertiría en un destacado político y escritor.
Perteneciente a una familia del ámbito intelectual que le transmitió el apego a la literatura desde temprana edad, Silva se instaló en Valparaíso cuando tenía 19 años. Allí vivió durante una década y media, en la zona de Playa Ancha.
En Valparaíso fue uno de los fundadores de la Universidad Popular y del Ateneo de la Juventud. En dicha época, por otro lado, comenzó a incursionar en política y fue elegido como diputado.
Por aquellos años también empezó a hacerse un nombre en el ámbito literario. En 1905 lanzó su ópera prima, el poemario “Hacia allá”. También, invitado por Samuel Lillo, tuvo la posibilidad de leer sus poemas en el Ateneo de Santiago. De manera simultánea, empezó a colaborar con El Mercurio de Valparaíso utilizando el pseudónimo de Cristóbal de Zárate.
Más allá de su debut literario como poeta, Silva desarrolló una destacada trayectoria en diversos géneros, publicando novelas y obras de teatro. “Romancero naval”, “Golondrina de invierno”, “Poemas de ultramar”, “La pampa trágica”, “El derrotero” y “Palomilla brava” son algunos de sus principales libros. Como dramaturgo, por otra parte, presentó obras como “Las aguas muertas”, “El pago de una deuda”, “Fuego en la montaña” y “Nuestras víctimas”.
Silva, quien también fue diplomático y se desempeñó como cónsul en Haití, República Dominicana, España y Argentina, ganó un concurso impulsado por el Consejo Nacional de Bellas Artes y además recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile (1954) y el Premio Nacional de Teatro (1959).
Integrante de la Academia Chilena de la Lengua y fundador de la Sociedad de Autores, Víctor Domingo Silva murió el 20 de agosto de 1960 en Santiago.
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