Víctor Montoya

Por tratarse de un intelectual que consiguió destacarse a escala internacional como uno de los impulsores de la literatura boliviana moderna, vale la pena conocer la vida y obra del escritor, periodista y pedagogo Víctor Montoya.

Según los registros, este hombre que enriqueció a las letras de su país con libros como «Huelga y represión», «Días y noches de angustia» y «Cuentos violentos» nació en La Paz el 21 de junio de 1958. Su niñez transcurrió en un pueblo minero del norte de Potosí, donde conoció las injusticias soportadas por la clase obrera pero también fue testigo de las luchas de los trabajadores.

Tras asistir a la escuela Jaime Mendoza y al colegio Primero de Mayo, Montoya vivió en la clandestinidad ya que en sus épocas de estudiante fue dirigente estudiantil y empezó a involucrarse en cuestiones políticas. Tras ser capturado, el autor fue encarcelado y torturado en la Prisión de San Pedro y, más tarde, conducido a los centros de reclusión de máxima seguridad de Chonchocoro-Viacha. Mientras estuvo privado de su libertad, Montoya dedicó su tiempo a escribir sus vivencias, una actividad que solía hacer a espaldas de los guardias que tenían la misión de vigilar sus movimientos.

En 1977, gracias a una campaña de Amnistía Internacional, el intelectual fue liberado y de inmediato se exilió en Suecia. Ya instalado en Estocolmo, trabajó como coordinador de proyectos culturales en una biblioteca municipal, enseñó quechua y dirigió talleres de literatura. También estudió Pedagogía en el Instituto Superior de Profesores y sumó experiencia como docente.

Sin embargo, fue su rol como escritor el que lo sacó del anonimato y lo hizo merecedor de numerosas distinciones y lo llevó, por ejemplo, a integrar la Sociedad de Escritores Suecos y el PEN Club Internacional. Desde que se animó a poner su talento y creatividad al servicio de la literatura, el responsable de obras como «El laberinto del pecado», «El eco de la conciencia» y «El niño en el cuento boliviano» ha incursionado en los géneros del cuento, el ensayo, la novela y la crónica periodística y consiguió acumular prestigio tanto dentro como fuera de su tierra natal.