El vanguardismo y el surrealismo en la literatura latinoamericana encuentran en el peruano Xavier Abril de Vivero a uno de sus pioneros. Este poeta, crítico literario y ensayista, nacido el 4 de noviembre de 1905 en Lima, contó siempre con el impulso de sus padres (Carlos Abril y Borgoño y Amalia de Vivero y Merino) para acercarse a la literatura y a la cultura en general.
Abril inició sus estudios en el Colegio Alemán, donde tuvo compañeros a futuros escritores como Martín Adán, Estuardo Núñez y Emilio Adolfo Westphalen. Más adelante completaría su formación en el Colegio San Agustín y en el Instituto Lima.
Antes de cumplir los 25 años, Abril ya había impreso una revista propia (que sólo tuvo una edición) y era colaborador habitual de «Amauta», la publicación dirigida por José Carlos Mariátegui. En 1926, de todas formas, emigraría a España para estudiar en la Real Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
Su formación, sin embargo, se vería potenciada cuando llegó a París y estableció contacto con André Breton, Paul Éluard y Tristan Tzara, entre otros de los artífices del movimiento surrealista. Dicha influencia se evidenciará cuando regrese a Perú en 1928 para incorporarse a la plantilla estable de «Amauta» y colabore con otras publicaciones.
Esta estancia en su tierra natal no sería muy extensa, ya que en 1930 se radicó en España por segunda vez, publicando críticas literarias en «El sol». En suelo español presentaría su primer libro, «Hollywood», al cual le seguirían poemarios como «Difícil trabajo», «Descubrimiento del alba», «La rosa escrita» y «Declaración de nuestros días».
Nuevos viajes a Francia y a destinos como Portugal, Marruecos, Chile, Argentina y Uruguay y una estrecha amistad con César Vallejo (cuya obra analizó exhaustivamente en diversos trabajos) también marcaron la existencia de este poeta peruano, fallecido el 1 de enero de 1990 cuando estaba radicado en Montevideo.
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