Yona Wallach

Desde muy temprana edad, Yona Wallach evidenció no solamente su interés por la literatura sino también su talento para la creación poética. Repasar los hechos más sobresalientes de su vida, en este marco, es una atractiva forma de conocer en profundidad a esta poetisa israelí y descubrir (o recordar) los aportes que realizó en materia literaria.

Esta mujer, hija de la pareja compuesta por Esther Gofman y Michael Wallach, nació el 10 de junio de 1944 en Tel Aviv. Apenas cuatro años después de su llegada al mundo, su padre falleció en el marco de la Guerra de la Independencia, conflicto ocurrido en 1948 que también quedó en la Historia bajo la denominación de guerra árabe-israelí.

Yona, quien nunca contrajo matrimonio y no tuvo inconvenientes en definirse como una persona bisexual, vivió en compañía de su madre durante gran parte de su existencia. Más allá de haber conocido el éxito profesional gracias a la buena recepción que tuvieron sus libros y los textos de su autoría que comenzaron a publicarse a partir de 1964 en revistas y periódicos israelíes, a nivel personal enfrentó experiencias fuertes relacionadas a malos hábitos y momentos de crisis que la llevaron, por ejemplo, a tener desequilibrios mentales y a caer en adicciones. Según se cuenta, durante las décadas de los años ’60 y ’70 la autora tuvo dos internaciones en instituciones de salud mental.

“Cosas”, “Dos jardines”, “Luz salvaje” y “Formas” son algunas de las publicaciones que han permitido, y aún posibilitan, apreciar la sensibilidad poética de Wallach, cuyos textos han sido traducidos a una gran cantidad de idiomas, captando así la atención de lectores de diversas nacionalidades y generaciones.

Víctima de cáncer de mama, Yona Wallach murió en Israel el 26 de septiembre de 1985, apenas un tiempo después de haber sufrido el deceso de su progenitora.