Juan Ramón Jiménez (1881–1958), autor de “Platero y yo”, es uno de los grandes escritores de la historia de España. Muchos de sus logros se los debe a una mujer que se destacó con vuelo propio: Zenobia Camprubí Aymar, su esposa.
Camprubí nació el 31 de agosto de 1887 en Malgrat del Mar, una ciudad perteneciente a la provincia de Barcelona, y fue criada en el seno de una familia acaudalada. Su educación fue llevada adelante por su madre, su abuela y tutores.
En 1896, acompañada por su progenitora y por su tío, viajó por primera vez a los Estados Unidos, de donde era originario su abuelo materno. Más adelante, tras la separación de sus padres, Camprubí se instaló con su madre y sus hermanos en territorio estadounidense y asistió a la Universidad de Columbia.
Sus primeros pasos en el ámbito literario los dio en la adolescencia, creando cuentos en su lengua natal pero también en inglés. Ya instalada de nuevo en España a partir de 1908, colaboró con revistas estadounidenses, enviando sus artículos. Camprubí, de distintas maneras, siempre siguió en contacto con la cultura de la nación americana.
Interesada en las manifestaciones artísticas populares, entabló una relación cercana con los Byne en la ciudad de Madrid. Los integrantes de este matrimonio estadounidense eran expertos en arte: él, de hecho, dictaba conferencias en la Residencia de Estudiantes, una institución de la cual Camprubí se volvió asidua. Los Byne, por otra parte, eran vecinos de Juan Ramón Jiménez, quien pronto se interesó en Zenobia. En una conferencia dictada por Bartolomé Cossío en 1913, los Byne realizaron las presentaciones correspondientes y dos años más tarde, Camprubí y Jiménez formalizaron su noviazgo.
Zenobia y Juan Ramón empezaron entonces a trabajar en conjunto, traduciendo a autores como Edgar Allan Poe, William Shakespeare y Rabindranath Tagore, entre otros.
Pese a la oposición familiar, Camprubí y Jiménez se casaron en 1916 en Nueva York. Luego regresaron a España con la madre de Zenobia, quien ya aceptaba la relación. Además de seguir trabajando como traductora, Camprubí asistió a su marido en su producción literaria y desarrolló importantes tareas sociales, sobre todo defendiendo los derechos de las mujeres.
Con la Guerra Civil, el matrimonio se exilió y viajó por Estados Unidos, Puerto Rico, Cuba y Argentina. En 1951, en Puerto Rico, a Camprubí le descubrieron cáncer en el útero. Cinco años después, el 28 de octubre de 1956, falleció en San Juan.
“Diario de juventud”, “Diario I. Cuba”, “Diario II. Estados Unidos”, “Diario III. Puerto Rico” y “Juan Ramón y yo” son algunos de los libros con textos de Zenobia Camprubí Aymar, cuyos restos reposan junto a los de su marido en el cementerio de Moguer (España).
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.