Dos loros

 

Mi hermana Leny andaba ociosa ese caluroso día de mayo. Me di cuenta de su estado de ánimo por esa mecánica mueca de desprecio que le subía al rostro al observar las formas perezosas de la siesta vagando por el patio. Tenía la mirada vencida de quienes sólo se reaniman un tanto, al oír, de cuando en cuando, el llamado a la vagancia ...

Leyendo el futuro

 

Desde muy niña, leía las manos. Mi madre no se interesó por esa fantasía mía, pues era común en ella, tener la cabeza en otra parte, aún en los momentos de las tempestades familiares. A mí la lectura de las manos me salía fácilmente, porque no hacía sino clavar mis ojos en los ojos de las personas y dar en el clavo. ...

Un amor que palpita solitario, 10º entrega

 

Décima entrega exclusiva del poemario Un amor que palpita solitario de Teresa Domingo Català. ESCRITORA Inventamos la lengua de la aurora al amanecer juntos la mañana y oler en nuestras manos la mediana luz lunar que la madrugada llora. Ya no seré Ifigenia ni Dïana, movida por tus labios a escritora, a babel de trineos que labora la misma escarcha que la escarcha emana. Desnudos nuestros cuerpos como flores, sólo envueltos por gotas ...

La araña de oro

 

Como a las cinco de la tarde, mis vecinos venían apareciendo por casa. Era la hora de los sorteos. Adolfina iba a casa de la vecina, doña Pablina, para conversar sobre las apariciones y las poras. No quedaba nadie en el hogar. Estaba pues a mis anchas, y mis amigos, también a sus anchas, se sentaban cómodamente sobre las sillas, alargando las piernas ...

Un amor que palpita solitario, 9º entrega

Novena entrega exclusiva del poemario Un amor que palpita solitario de Teresa Domingo Català. EN SILENCIO, LOS NOMBRES Ya descansa tu voz en mi almohada y tus piernas me prenden la cintura, buscas en mí la senda de la hondura, el sinuoso camino de la entrada. Dentro de mí la danza secuestrada va cobrando la forma, la figura, de esa noche que es toda noche oscura, de ese día, con fiebre engalanada. Llega el fiero momento de ...

Los libros prohibidos

 

Desde que el mundo es mundo, la palabra del hombre ha estado sometida al juicio de los demás. Las muchas epístolas o cartas que dan soplo y vida al Nuevo Testamento, fueron escritas por San Pablo. Las epístolas a los Colosenses hallaron inspiración estando San Pablo, uno de los más eminentes hombres de la doctrina cristiana, en prisión. Era contra la ley leer la Biblia, inicialmente. Además, ...