Flor de España. Así llamó Góngora a la ciudad de Córdoba; mucho antes de que la UNESCO decidiera reconocerla como Patrimonio de la Humanidad. Caminar por esas callejuelas construidas a pulmón hace siglos; pensar en que alguna de esas piedras fueron pisadas o miradas por el propio Luis y tantos otros personajes indispensables de nuestra historia, impacta. Es como atravesar una ventana que conduce a otro universo y observar la vida con el mismo asombro de la infancia.
¡Qué acierto más extraordinario haber planeado un festival que se desarrolle en estas calles! Cosmopoética traza una serie de encuentros que renuevan nuestra visión sobre el panorama cultural del momento y nos recuerdan cuáles son nuestras raíces. Una mirada hacia la importancia que ha tenido en el desarrollo de la humanidad la mezcla entre culturas; un detalle que por razones de patrioterismo y otros ismos nocivos hemos ido olvidando. Cosmopoética es una buena oportunidad para acercarnos a esa innegable realidad: la fusión cultural puede ser uno de los mayores tesoros que tenemos los pueblos.
Junto a estos muros y estas torres coronadas, Cosmopoética se desarrolla de forma silenciosa pero clara. Aprovechándose de las características arquitectónicas tan peculiares que la fusión de tres culturas ha dejado como huella en esta ciudad tan pintoresca. Y en estos muros tiene lugar un encuentro con la poesía actual que se mezcla con otras disciplinas para engendrar un valor estético y artístico innovador y genuino. Sobre estos rincones en los que tienen lugar los eventos de este festival de poesía quiero escribir hoy.
Siglos de historia conservan estos muros
La Posada del Potro y la Sala Orive
Un patio como epicentro en el que caen todos los gritos, las heridas y el llanto y también las carcajadas y la comunión. Así es la Posada del Potro; una vivienda construida en el siglo XV que sirvió como posada hasta el año 1972. Viajeros incansables, como el pintoresco Quijote, visitaron este patio, descansaron del viaje y se repusieron para continuar sus andanzas. Algo de todos ellos ha quedado en este patio empedrado y adornado con macetas coloridas y maderas sólidas, que parecen empecinados en seguir formado parte de la vida de esta ciudad.
Desde el año 2005 es la Casa del Flamenco de Córdoba y ofrece interesantes exposiciones itinerantes. Además, es uno de los sitios en los que se realizan espectáculos de Cosmopoética; en una pequeña pero cálida sala en la que te sientes en casa.
A la Sala Orive algunos la conocen como «Casa de los Villalones» y es un edificio precioso construido en torno al año 1560: uno más de los muchos que enriquecen el bellísimo casco histórico de Córdoba.
Pisos de mármol, techos altos y paredes gordísimas ofrecen una postal que te sacude por dentro al observar los cimientos de este edificio, que alberga algunas de las delegaciones del Ayuntamiento más importantes: la de cultura, la de Medio Ambiente y la de Turismo. Tres ejes en torno al cual gira la vida de esta ciudad, y enriquece y nutre a todos aquellos que se atreven a visitarla.
Posada del Potro
El Teatro Góngora y la Librería República de las Letras
Teatro Góngora, Cine Góngora o Cine Pathè son algunos de los nombres que recibe otra de las salas utilizadas durante el Festival de Cosmopoética. Se trata de un edificio construido entre los años 1929 y 1932 y que se destaca por ser una de las pocas muestras del racionalismo arquitectónico en Córdoba. Sobrio, con arcos y fachada de estilo mediterráneo.
En este teatro se realizan conciertos, representaciones teatrales, conferencias, proyección de películas y toda serie de actos. Antiguamente en su terraza se proyectaban películas en verano y gozaba de gran popularidad. Estuvo mucho tiempo cerrado en el que debió reformarse completamente debido a las severas condiciones de su estructura. En el 2011 volvió a abrirse y desde entonces ofrece un espacio de encuentro entre el arte y los ciudadanos. Durante el festival de Cosmopoética se realizan aquí los conciertos; estimo que porque son los eventos a los que asiste mayor público.
Por último, la Librería República de las Letras es un precioso lugar lleno de recovecos en los que se respira arte. Cuadros colgados en las paredes que ofrecen ventanas a otros mundos. Libros esperando a ser tomados en nuestras manos mientras disfrutamos del silencio y la paz de este sitio. Un piano de cola que es la evidencia rotunda de que no existe literatura sin música.
Ubicada en la Plaza Chirinos, esta librería adornada con muy buen gusto y rodeada de elementos artísticos, es un verdadero punto de encuentro para los amantes de las artes. Cabe mencionar que posee una pintoresca cafetería que ofrece un perfecto espacio para el recogimiento y la lectura. Me habría gustado quedarme más en Córdoba para disfrutar de un concierto en esta preciosa librería. Aunque lo cierto es que me encanta tener buenas razones para regresar a los lugares.
A Córdoba, la flor de España, hay que ir con las manos bien abiertas. Y volver a ella en persona o través de las palabras, como Luis de Góngora.
Librería la República de las Letras
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