David Leo García vuelve a ocupar las primeras planas del mundo poético ya que se han develado los ganadores del XII Premio Internacional Miguel Fernández, y ha obtenido el primer puesto en poesía.
No han pasado ni siquiera dos meses de su última victoria, cuando ganó el Premio Hiperión de poesía, inclusive marcando un récord siendo el participante más joven en ganar, a la edad de 17 años, con su obra «Urbi et orbi».
David Leo García ganó esta vez con su obra «Encuentro». La misma, fue elegida de entre casi cien obras de poetas españoles, cubanos, colombianos, argentinos y peruanos.
No fue el único premio otorgado sin embargo. Asimismo, el primer premio de Narrativa ha sido galardonado a a Antonio Javier Garrido Manzano por su relato “La despedida”. Casualmente, Garrido Manzano también tiene diecisiete años y, demostrando a todos que el interés por las letras sigue intacto y creciendo día a día.
Pero no queda ahí. Si sorprende la edad de estos participantes, también debemos contarles que el jurado concedió un accesit a Noelia Raposo Macías, de apenas 14 años de edad, por su poema “Palabras para la paz”.
El acto de entrega de premios será el 12 de Mayo, donde además se presentará la revista literaria con los trabajos premiados en la edición anterior del concurso.
Comentarios2
El poema de esta semana es exelente ya que refleja el amor que existe cuando dos seres humanos se encuentran solos y pueden hacer y ser lo que ellos quieran
encuentro
Los átomos tranquilos que conforman tu cuerpo,
que podrían ser nube, ser ventana o almendro.
Los hilos de tu blusa azul, el tiempo
que pierdes dialogando conmigo, bien pudiéndolo
gastar pescando en lagos, coleccionando sellos.
El billete que paga dos copas, con que puedo
comprar tres cuartos de hora de amistad, con que puedo
comprar un libro lúcido, un sombrero.
El hombre de la barra, que podría ser médico
especialista en el cerebro
o traficante de armas o claro monje ciego.
La música que hoy presta música a nuestro encuentro
que puede haber sonado en bautizos o entierros.
Las palabras que digo, que cambiadas de puesto
pueden ser acta judicial, decreto,
letanía, recóndita versión del padrenuestro,
breves poemas buenos.
Las frases improbables, el consumido ingenio
en aprobar futuros que no entiendo.
Todo lo que esta noche de alguna forma es nuestro.
Todo lo que esta noche está sujeto
para que nos hallemos sobre el suelo
hablando y entendiéndonos, corroborando acuerdos.
Los números fugaces, casi eternos,
que abandonan el cosmos, los cálculos, los metros,
para en la servilleta que te ofrezco
alinearse fieles y formar tu teléfono.
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