Cuentos chinos

Los cuentos chinos son algo más de lo indicado por la frase. En países como Argentina, un cuento chino es algo falso, un relato que busca engañar al lector o al oyente. El periodista Andrés Oppenheimer, por ejemplo, publicó un libro titulado «Cuentos chinos» donde juega con dicho enunciado.

En cuanto al significado más usual del término, hay que decir que la literatura china tiene más de tres mil años de historia. De hecho, hasta el siglo XVI se habían escrito más textos en China que en el resto del mundo. Dentro de ese inmenso acervo, por supuesto, ya existía una gran cantidad de cuentos.

Cada una de las numerosas etnias que habitan en el territorio chino ha desarrollado sus propios cuentos y relatos. Un buen ejemplo de esta producción literaria es el libro «Cuentos populares chinos», traducido al español por Laura Rovetta en 1984.

Esta obra presenta trece cuentos pertenecientes a las etnias han, uigur, mongola, tibetana, naxi, hui, kasajo, yugu y dong. Entre los cuentos publicados aparecen «Li Bao y Cui Cui», «El muchacho de cabellos dorados», «Xia Wudong, el hijo del pescado», «El cazador Hailibu» y «El pájaro maravilloso», entre otros.

En la Web es posible encontrar varios cuentos cortos atribuidos al escritor Lie Dsi, quien vivió entre los siglos VII y V A.C. Uno de los más interesantes es «La sospecha», donde presenta a un hombre que pierde su hacha y sospecha del hijo de su vecino, convencido de que todos sus movimientos y actitudes coinciden con las de un ladrón. Luego, cuando encuentra su hacha perdida en un valle, cambia totalmente su visión respecto a quien había convertido en sospechoso.

Para terminar, cabe destacar que el sitio Ciudad Seva presenta una muy buena recopilación de cuentos chinos anónimos, donde se destacan «El ciervo escondido», «El monje furioso», «El zorro que aprovechó el poder del tigre» y «La secta del Loto Blanco».