Pareciera que no existe término medio cuando alguien opina sobre los cuentos cortos. Están los que se sienten fascinados por su poca extensión y que pueden leer decenas en una noche. En cambio, hay otros lectores que critican la simplicidad y el poco desarrollo de esos textos.
Hay que reconocer que los cuentos cortos tienen la capacidad de seducir a gente que es muy poco probable que se sienta atraída por una novela. Los libros de más de doscientas páginas suelen asustar con su sola presencia. Se supone que un texto de esas características presentará dificultades y hay quienes prefieren lo inmediato.
De todas formas, el arte de escribir un buen cuento corto no es para cualquiera. No se trata de acumular algunas oraciones más o menos felices. Un cuento corto no debería tener una extensión breve por falta de palabras, sino por contar con las palabras justas y necesarias. Es decir, esa economía de caracteres tiene que ser fruto del talento del autor para que no sobren palabras. No se trata de simplificar o de recortar.
Y dentro de los cuentos cortos, hay una categoría aún más extrema: los microcuentos. Uno de los más famosos es el del guatemalteco Augusto Monterroso, llamado «El dinosaurio»:
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Aunque parezca mentira, esas siete palabras han generado múltiples interpretaciones y debates. Lo que demuestra que un microcuento o un cuento corto también habla por aquello que no dice.
Con mayor o menor extensión, muchos escritores famosos se han dedicado a escribir cuentos cortos. Podemos mencionar a Marco Denevi («La bella durmiente del bosque y el príncipe»), Mario Benedetti («Todo lo contrario»), Eduardo Galeano («Celebración de la fantasía»), Jorge Luis Borges («El puñal»), Hermann Hesse («La ejecución»), Amado Nervo («El obstáculo»), Juan Ramón Jiménez («La violetilla») y Rubén Darío («El nacimiento de la col»), entre otros.
Para cerrar este artículo, no podemos dejar de recomendar a Julio Cortázar y sus «Historias de Cronopios y de Famas», con relatos breves como «Conducta en los velorios», «Instrucciones para dar cuerda al reloj» y «Telegramas».
Comentarios5
Pienso que los cuentos cortos (o muy cortos) son sumamente interesantes. Se trata, ciertamente, de concentrar en pocas palabras todo un suceso, todo un acontecimiento. Y sugerir, ante todo.
De hecho, creo que lo esencial en la literatura -no solo en la poesía (y el cuento muestra muchas similitudes con el poema)- es la sugerencia.
ME EMOCIONAN LOS CUENTOS CORTOS. LA HABILIDAD, CAPACIDAD E INVENTIVA DEL ESCRITOR , HACE QUE, EL LECTOR SIENTA Y SE EMOCIONE CON POCAS PALABRAS DE TODA UNA HISTORIA QUE SE LA ENTIENDE O A VECES SE LA IMAGINA. LOS AMANTES DE LA LITERATURA COMENZARON LEYENDO LOS CORTOS CUENTOS INFANTILES.
me encanta la poesia es mas, cada vez k oigo un poema demaciado lindo, triste emocional etc. no logro controlarme siento k debo compartirlo con alguien, yo x ejemplo la adoro la poesia es mi mundo y siento k todo poeta con mis cualidades pensaria lo mismo y que los cuentos de amor para mi es lo mas bello y no me importa cualquier poeta tiene derecho a expresarce de manera que el lo concidere y los cuentos romanticos es algo k no puedo controlar mis sentimientos asia la poesia son grandisimos, yo kisiera ser una gran poeta x k kiero expresar lo k siento y compartirlo con los demas y solo tengo 13 años y ya hablo como una verdadera poeta pienso k puedo lograrlo...... grasias
Me gustan mucho los cuentos cortos y he leido muchos. Yo comence un blog sobre cuentos cortos creados por mi. Mi blog es: http://elblogdeale2011.blogspot.com
Saludos.
Por supuesto que los cuentos cortos son muy leídos, soy uno de los que acostumbran a leerlos muy seguido. También me gusta escribirlos.
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