Pocos días faltan para que Alberto Conejero protagonice en el madrileño Teatro de La Abadía una velada poética enmarcada en el ciclo “Poetas en La Abadía”. Ese evento está anunciado para el próximo sábado (27 de mayo) a las 19 horas, así que vale la pena amenizar la cuenta regresiva repasando la producción de este escritor y dramaturgo andaluz que, a pedido de Poemas del Alma, contestó cinco preguntas ajustándose, como en Twitter, a una extensión máxima de 280 caracteres.
Este autor que en dicha red social es seguido por más de once mil usuarios lleva muchos años demostrando sus habilidades para la escritura. A los lectores más jóvenes ha sabido cautivarlos con “El libro loco del Quijote” y con “El beso de Aquiles”, mientras que a los aficionados a la poesía les ofrece propuestas como “Si descubres un incendio” y “En esta casa”.
Hay, en las respuestas breves de este escritor que en más de una ocasión intervino en el festival MarPoética, referencias sobre tres de sus libros. ¿Quieren acercarse a dichos contenidos mediante las apreciaciones y los comentarios de su creador? Los invito, entonces, a leer con atención la tuittrevista de hoy porque van a deleitarse de principio a fin.
– ¿Qué sensaciones y reflexiones te fueron acompañando mientras ibas desarrollando el contenido de “En esta casa”?
– Las del arqueólogo alucinado que descubre todas las casas que habitan los cimientos de la casa del presente. Y cómo esas casas están habitadas por ángeles averiados y fantasmas vivísimos que se nos parecen mucho. Y como dijo Margarit, que amar es un lugar, la casa más verdadera.
– ¿Cuáles son los aspectos de la creación poética que más te sorprenden y cautivan? ¿Razones?
– La relación con la potencia indócil del lenguaje y la conciencia de la condición peligrosa de la palabra. También su intento desesperado de ahondar en lo inefable, de tirar cuerdas quebradizas hacia el misterio. Una forma del asombro ante el prodigio de estar vivo y perdido.
– ¿Cómo te las ingenias, a qué recursos o estrategias apelas, para evolucionar como autor?
– Creo que se escribe desde la falta y no desde la certidumbre. Así que no tengo ni estrategias ni recursos, sino un montón de obsesiones y de dudas. Trato tan sólo de que lo que escribo atienda a la necesidad de la existencia de esa escritura y que esté guiado por un deseo cierto.
– Si “El beso de Aquiles” no fuera producción tuya, ¿qué apreciaciones, balance o comentario harías en una red social, por ejemplo, después de leer el material?
– Creo que es una primera novela honesta y que allí se mueven muchas de las inquietudes que luego me han acompañado. Me entristece que su tema sea aún asunto del presente y no sólo el recordatorio de un pasado de discriminación que no debemos olvidar.
– ¿Cuáles fueron las fuentes de inspiración que iluminaron tu mente y encendieron tus ganas de lanzar “Si descubres un incendio”?
– El poemario nace para dar cuenta de la orfandad que sucede a la muerte de un amor hondo de muchísimos años. Te quedas sin lenguaje, sin lugares, sin certezas, como recién venido al mundo, pero con una maleta enorme de fantasmas…
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