Más de 2.600 seguidores posee en X Andrea Calamari, una autora argentina que se doctoró en Comunicación, posee experiencia como docente investigadora, se desempeña en “Jot Down Magazine” como editora y aporta textos a medios nacionales y extranjeros.
A distancia, la responsable de “Volver para contarlo. Una historia literaria del viaje. De Ulises y Marco Polo a la carrera espacial” – libro de su autoría que estuvo promocionándose en las más recientes ediciones de la Feria del Libro de Rosario y del festival sevillano Bookstock – le ha aportado a Poemas del Alma cinco respuestas breves que permiten apreciar cómo concibe y desarrolla sus facetas de lectora y escritora.
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– ¿Cómo se desarrolló el ‘detrás de escena’ de “Volver para contarlo”, cuáles fueron los pasos previos a la publicación de ese libro?
– La cuenta regresiva fue más o menos así a lo largo de dos años:
10 – Publicación
9 – Corrección
8 – Revisión
7 – Orden
6 – Corrección
5 – Escritura
4 – Corrección
3 – Escritura
2 – Corrección
1 – Escritura
– De acuerdo a tu mirada, ¿qué gana y qué pierde la literatura con el avance de la tecnología?
– Las tecnologías de la escritura moldean el modo de contar desde el inicio: grabar signos sobre arcilla, garabatear cuero y pergaminos, copiar a mano, escribir con pluma, a máquina, en la compu. Forma y contenido van juntos, no creo que se trate de ganancias o pérdidas.
– ¿Cuáles son tus búsquedas y necesidades como lectora?
– A veces me gusta buscar y perseguir libros y otras veces, encontrarlos al pasar. Lo único que necesito imperiosamente es que la literatura no pretenda ser otra cosa que literatura: ni militancia, ni panfleto, ni llamado de atención, ni moraleja, ni terapia, ni reivindicación.
– Al elaborar un texto, ¿qué miedos, sensaciones o incertidumbres suelen invadirte y de qué modo trabajás para lograr un contenido lo más fluido y atractivo posible?
– Lo que me aparece siempre es la pregunta por la forma. ¿De qué modo esta historia exige ser contada? Después de eso todo es aproximación y rodeo con el lenguaje: leer, escribir, corregir, leer, escribir, corregir, leer, corregir, escribir. Así hasta que llega el deadline.
– ¿Por qué, y para qué, dedicás tiempo a la escritura?
– Porque escribir me ayuda a pensar. O, mejor, porque siento que no termino de pensar las cosas hasta que no las paso por ese proceso de escritura.
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