Aurora López Güeto, respuestas en 280 caracteres

Desde hace unos años, además de enseñar derecho romano, la sevillana Aurora López Güeto se dedica a elaborar materiales de lectura.

“El Derecho romano en femenino singular”, “La casa de la Piedad” y “De Poncio a Pilato” son obras que permiten apreciar sus habilidades para la escritura. Para obtener detalles acerca de estos libros y de su experiencia literaria, desde Poemas del Alma le propusimos recientemente a esta profesora y escritora contestar a distancia una entrevista breve y a continuación compartimos sus interesantes respuestas.

Quienes deseen ponerse en contacto con Aurora a través de las redes sociales tienen la posibilidad de empezar a seguirla en X.

– ¿Cuál fue el dato o el descubrimiento vinculado al contenido de “De Poncio a Pilato” que más te asombró?
– ¿Político egoísta o instrumento divino? Más allá del relato evangélico, Pilato es un icono cultural. De la pintura a la poesía, pasando por el rock. ¡Y la única certeza histórica sobre él es una piedra! Hay leyendas alucinantes sobre su alma atormentada vagando por Europa.
– ¿Cómo y por qué surgió tu deseo de crear “La casa de la Piedad”? ¿Quedaste satisfecha con el resultado?
– Es una novela homenaje a las mujeres romanas y a mi disciplina, el Derecho. Por La Casa de la Piedad desfilan todas las clases sociales y los lectores, de la mano de gente anónima y personajes históricos, quedan atrapados en un mundo de apariencias, traiciones y secretos.
– Desde tu rol de lectora, ¿qué buscas o esperas al momento de seleccionar tus lecturas?
– Me gustan los dramas, históricos o actuales, con un toque de intriga. Una buena trama y personajes con vida propia, no clichés, pero sin renunciar a las descripciones que me trasporten a otros mundos. Larga o breve, lo único que no puede permitirse una novela es ser aburrida.
– ¿Qué ideas, emociones, sensaciones o conclusiones te ha dejado el desarrollo de “El Derecho romano en femenino singular”?
– Hay países en la actualidad que reconocen menos derechos a las mujeres que el Derecho romano clásico. Salud, familia y pareja, trabajo, violencia. Las preocupaciones de las romanas no fueron muy distintas de las de hoy. Queda mucho por investigar sobre su rol en la Historia.
– ¿De qué modo trabajas o a qué apelas para intentar despertar y sostener el interés por la lectura a través de tus publicaciones?
– La lectura aporta criterio, cultura. Y evasión. Si es obligatoria produce rechazo, el reto es que lleguemos a los libros de una forma natural. Escribir es una terapia gratuita. Como profesora universitaria, aspiro a que mis lectores aprendan a partir de una buena historia.