El madrileño Carlos Augusto Casas, además de desempeñarse como periodista de investigación y cautivar con su habilidad narrativa a los amantes de la novela negra, dirige en el sello Cuadernos del Laberinto la colección Estrella Negra.
Gracias a “Ya no quedan junglas adonde regresar”, este autor ha sido recompensado con el Premio Wilkie Collins de Novela Negra, el Premio Ciudad de Santa Cruz y el Premio Tormo Negro-Masfarné, por detallar algunos de los galardones recibidos hasta el momento por este libro.
El cuestionario que Casas respondió de forma breve para Poemas del Alma suma datos de interés sobre esta obra, pero aquellos que desean mantenerse al tanto de las novedades literarias de este escritor tienen la posibilidad, además, de entrar en contacto con él mediante Twitter.
– En base a tu experiencia, ¿cómo es el perfil del buen lector, qué condiciones reúne?
– Un lector, ante todo, debe ser exigente. No tener prejuicios ni ser condescendiente. Inconformista y con la mente abierta. El lector debe aportar también lo que lleva dentro al libro. Por eso los libros que más te gustan siempre hablan de ti.
– ¿Qué le enseña tu “yo periodista” a tu faceta de escritor y viceversa?
– Mi yo periodista me enseña ambientes que conoce, detalles reales de cómo funciona el mundo y lo que pasa en la calle. Aunque nadie quiera verlo. Y mi yo escritor me enseña lo divertido que es inventar historias.
– Desde tu punto de vista, ¿cómo se explica el interés creciente por crear y/o leer opciones de novela negra?
– La novela negra es un artefacto perfecto. Tiene esa dualidad entre la crítica social y del ser humano junto con la diversión de las tramas criminales. Trata de pasiones, de gente que comete errores. Es la que mejor disecciona cómo somos.
– Se reseña, se lee y se premia a “Ya no quedan junglas adonde regresar” pero, ¿cuál es tu reacción, tu conclusión, tu sensación frente a este libro de tu autoría?
– Primero fue sorpresa, incredulidad, porque pensaba que no le iba a interesar a nadie. Ahora lo que siento es satisfacción y orgullo por todo el trabajo que hay detrás. Aunque ya estoy deseando que salga el siguiente.
– ¿Qué es, haciendo a un lado la modestia, lo más valioso que tienes para ofrecerle a la literatura?
– Difícil responder sin resultar presuntuoso. Un rasgo que detesto. Me gustaría pensar que tengo un estilo propio, una forma distinta de contar historias negras con personajes y diálogos que rompan los clichés del género.
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