Además de dedicarse a la creación literaria, Carmen Clara Balmaseda es profesora de lengua. Se trata de una autora nacida en Badajoz que, poco a poco, va ganando visibilidad en librerías, eventos culturales y medios focalizados en el mundo de las letras mientras aprovecha sus clases para intentar despertar en otros la misma pasión que ella siente por la escritura.
“Donde se queman los hombres” es la novela que, desde hace un tiempo, le está dando satisfacciones, experiencias y cercanía con colegas y lectores. La obra, que fue presentada en la XLIII Feria del Libro de Mérida y en otros acontecimientos del sector editorial, ha sido respaldada con el I Premio Tinta y Pluma así como también fue finalista en la edición 2024 del Premio de Novela Negra VLC Negra, por ejemplo.
Vale la pena, en esta oportunidad, conocer más sobre esta novelista centrando la atención en las respuestas breves que Carmen elaboró a pedido de Poemas del Alma ya que en ellas hay datos de interés en torno a su vínculo con la literatura, sus aspiraciones como escritora y sus preferencias a la hora de seleccionar lecturas.
– ¿Qué enseñanzas y reflexiones te ha dejado la creación de “Donde se queman los hombres”?
– La novela me ha permitido reflexionar mucho sobre la hipocresía y sobre por qué no merece la pena vivir más preocupados por lo que piensan los demás que de ser felices. Además, a nivel personal, me ha enseñado que siempre merece la pena luchar por los sueños.
– ¿Cuál es tu máximo anhelo, sueño o deseo a nivel literario? ¿De qué te vales para intentar cumplirlo?
– Me propongo ir poco a poco. Fijo una meta y, cuando la consigo, paso a la siguiente. Ya he conseguido publicar con una gran editorial, ahora el objetivo es seguir aprendiendo para mejorar y llegar a más lectores. Mi gran ilusión final sería vivir de la escritura.
– La literatura, en tu caso, ¿por qué y para qué?
– La literatura es una parte fundamental de mi vida desde que fui a la facultad a estudiar filología, o incluso antes. La escritura es un sueño que todavía estoy en proceso de conseguir. Por el momento, intento transmitir esa pasión a mis alumnos cada mañana.
– ¿A qué autores/as tienes como referentes o modelos? ¿Motivos?
– Mis referentes son los clásicos, como Cervantes, Jane Austen o, sobre todo, Galdós. Del panorama literario actual me quedo con dos: Víctor del Árbol y Almudena Grandes, tal vez porque cuando los leo a ellos siento que me reencuentro con los clásicos antes mencionados.
– ¿Cómo va desarrollándose tu vínculo con los lectores, qué te manifiestan?
– Acabo de aterrizar en el circuito editorial, pero cada vez voy teniendo más contacto con ellos. En general es muy buena y muy positiva, aunque el estar expuesto, de un modo u otro, siempre te hace vulnerable a las críticas. Es algo que estoy aprendiendo a gestionar.
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