Averiguar cómo piensa, qué la inspira a nivel literario y de qué modo se conecta con las letras han sido parte de las razones por las cuales recientemente me puse en contacto con la escritora Constanza Ternicier para invitarla a responder una tuittrevista.
Esta autora que nació en Santiago de Chile participó, hace algunas semanas, en el Festival de Literatura KM Amèrica. Además de conectarse con los lectores asistiendo a eventos y alimentando una producción literaria que ya se nutre con “Hamaca” y “La trayectoria de los aviones en el aire”, Ternicier suele dictar talleres de escritura.
Muy pronto saldrá a la luz su más reciente creación, una novela de carácter coral cuya trama vincula a Cataluña y a Chile de la mano de un ex anarquista que evidencia propósitos dudosos. Es un buen momento, por lo tanto, para hacer foco en la figura de esta narradora que se doctoró en Teoría Literaria y tenerla en cuenta al elegir próximas lecturas. Su usuario de Twitter es @ternicier, por si alguien desea comenzar a visualizar las publicaciones de Constanza.
– ¿Qué sensaciones, reflexiones y pensamientos fueron apareciendo a medida que escribías “Hamaca”?
– La hamaca es una imagen mental de la infancia. Es el lugar esfumado donde se fue feliz sin saber por qué. Es también el reposo eterno o desde donde puedes ponerte a leer, funciona casi como una instrucción de lectura (a lo Calvino). Las sensaciones fueron de éxtasis y extrañeza.
– ¿Cuál es la corriente literaria o el estilo narrativo que más influye en tu producción? ¿Razones?
– No elijo la corriente o estilo, lo pide el libro. Es como ese caballo de K Le Guin: mientras escribimos vamos con las riendas sueltas sin decirle al animal (la novela) qué tiene que hacer “porque el caballo sabe cómo llegar”. La extrañeza y el humor son lo último que se pierde.
– Intentando dejar de lado tu rol de creadora, ¿qué opinarías de “La trayectoria de los aviones en el aire” desde la perspectiva de una lectora sin lazos con la autora de esta obra?
– Tras el proceso de edición, largo para mí porque me cuesta dejar de revisar, no vuelvo a leer lo que escribí. Se cierra algo que solo abre la lectura de las y los demás. Me cuesta ponerme en tal lugar una vez ya solté ese caballo. Soy la menos indicada para dar una respuesta.
– ¿Por qué, y con qué intenciones, desarrollas actividades vinculadas a la literatura?
– Escribir es lo más absurdo que una puede llegar a hacer, pero simplemente no puedes no hacerlo. Y la otra patita, investigarla y enseñarla, es porque creo que es un modo de habitar el mundo: desde una conciencia con el lenguaje que es radical y vinculante.
– Desde tu punto de vista, ¿cómo es, qué características reúne, un buen libro?
– Te emociona y saca al menos un par de risas. Un buen libro no se puede comentar apenas lo terminas, porque te deja por un rato en un estado similar a cuando sales de la sala de cine: sumida en una mudez agradable. A un buen libro es difícil sacarle el rollo, solo es un porque sí.
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