En la cuenta regresiva para el lanzamiento de “Ahora contamos nosotras. #Cuéntalo: una memoria colectiva de la violencia” dentro de la colección Nuevos Cuadernos Anagrama, la escritora y periodista española Cristina Fallarás armó respuestas en formato Twitter para el cuestionario de Poemas del Alma.
“A la puta calle. Crónica de un desahucio”, “No acaba la noche. La noche y las drogas en femenino”, “Así murió el poeta Guadalupe”, “Las niñas perdidas”, “Últimos días en el Puesto del Este” y “Honrarás a tu padre y a tu madre” son parte de los libros que le han dado visibilidad internacional y le permiten llegar a miles de lectores.
Es interesante señalar, asimismo, que esta novelista oriunda de Zaragoza se puso al frente del proyecto #Cuéntalo, una iniciativa en la cual las redes sociales fueron fundamentales para reunir testimonios de víctimas de la violencia machista.
De querer saber más sobre su activismo feminista o mantenerse al tanto de novedades en relación a su carrera literaria, es posible leerla y contactarla por medio de Twitter, donde Cristina Fallarás ya supera los 109 mil seguidores.
– Al crear novelas, ¿qué buscas, qué sueñas, qué logras…?
– Escribo para conjurar mis miedos. También –y es fundamental– porque si no lo hago, soy peor persona. Sueño en cada palabra con la posibilidad de ver la belleza y la remotísima capacidad de trazarla. Logro ser mejor persona, O sea, amar mejor. Nadie ama sin derrotar sus miedos.
– Por ser periodista y novelista trabajas con realidades y ficciones: ¿en qué circunstancias sientes que la vida consigue superar al mundo de la fantasía?
– La vida manda. La fantasía es y solo puede ser fruto de la vida. Nada supera a la realidad. La fantasía nace de acción o pensamiento, ambos realidades incontestables. La realidad actual se levanta sobre una pila de mentira sobre mentira. Ficción o fantasía no pueden superarla.
– Al haber impulsado en Twitter el hashtag #Cuéntalo, mucha gente se sintió animada a narrar horrores de violencia sexual. ¿Qué consideras que tiene que suceder para vivir libres y con igualdad de género?
– Ay, “para vivir libres y con igualdad de género” dices. Lamento decepcionarte, pero no me siento capaz de responder a esa pregunta. Sencillamente, no contemplo esa posibilidad, por lo que no sabría decir “qué tiene que suceder”.
– ¿Cuáles son las enseñanzas que le ha dejado tu “yo periodista” a tu versión como escritora y viceversa?
– Yo soy escritora y trabajo como periodista, es decir, desarrollo una actividad profesional llamada periodismo a cambio de un salario, generalmente miserable. Por el contrario, no escribo a cambio de nada, sino para sobrevivir, para verme, para explicarme el mundo y lo que soy.
– De haber leído “Las niñas perdidas” sin conocer a la persona que escribió la obra, ¿qué apreciaciones le harías tras llegar al final de la historia?
– Faltan detalles; date calma; quieres parecer un hombre pero no hace falta quedarte en huesos; recréate en las escenas, no temas ternura ni piel; no corras, no impostes dureza de otros, la tuya es mayor; ajusta las cuentas contigo con verdad; arranca la piel al hombre que hiere…
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