Se licenció en Derecho pero, desde hace tiempo, el español David Fernández Sifres nutre a la literatura con relatos pensados para captar la atención de niños y jóvenes.
Quienes todavía no disfrutaron u obsequiaron libros de su autoría deberían tener en cuenta que este escritor que en 2013 obtuvo el Premio Barco de Vapor en reconocimiento a “Luces en el canal” es creador de obras como “El faro de la mujer ausente”, “¡Que viene el diluvio!”, “Un intruso en mi cuaderno”, “Temporada de lluvias”, “El grupo de los sueños de Martha Müller” y “El extraño caso del castillo Billinghurst”.
En el sitio web que lleva su nombre hay más precisiones sobre su producción e información de interés para estar al tanto de sus actividades y logros. Aquellos que deseen ponerse en contacto con él tienen la posibilidad de completar el formulario que figura en esa página oficial o escribirle vía Twitter, la red social donde supera los doscientos seguidores y que David, muy gentilmente, empleó para contestar el cuestionario breve de Poemas del Alma.
– Con tantos estímulos tecnológicos cautivando a los más jóvenes, ¿cómo te las ingenias para que chicos y adolescentes conozcan y disfruten tus relatos?
– Es algo que no me planteo cuando escribo. Escribo lo que me apetece, lo que me interesa, y trato de hacerlo de una forma atractiva para quien lo lea. De todas formas, la lectura exige paciencia, y eso es justo lo contrario de lo que ofrecen los estímulos que comentas.
– De todas tus propuestas narrativas, ¿cuál crees que hubiera sido tu preferida en la infancia? ¿Razones?
– Yo leí mucho la serie de Los Cinco. Me gustaban las aventuras, los misterios, las vacaciones con amigos en tiendas de campaña… Ahora estoy escribiendo una serie, Escuela de detectives AVANTE, con Edelvives, que bebe de esos ingredientes. Seguro que me habría gustado de niño.
– Cuando observas tus libros, ¿qué ves en cada una de esas publicaciones?
– Son como una caja del tiempo. Me reconozco en ellos, claro, pero ya no soy el mismo. Cada libro guarda lo que yo era cuando lo escribí: mis intereses, mis emociones, mi forma de enfocar las historias… No podría volver a escribirlos de la misma manera, y eso es bueno.
– Junto a Jorge Gómez Soto creaste “Bis”. ¿Cómo te resultó la experiencia de compartir el proceso de escritura?
– Fue muy enriquecedora. En lo personal, porque empezamos siendo algo más que conocidos y ahora somos muy amigos. En lo literario, porque fuimos capaces de aparcar los egos, abrirnos, moldearnos para adecuarnos al otro, aprender… Y porque lo cierto es que disfrutamos.
– ¿Qué consejo o sugerencia que fue útil para ti quisieras darle a quienes recién se lanzan a la aventura de escribir?
– Escribe lo que te apetezca, lo que te atraiga de tal manera que estés deseando que llegue el momento de sentarte a escribir. Sé consciente de que los primeros borradores no te van a gustar. Tendrás altibajos; no te desanimes.
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