Un artículo que Tes Nehuén publicó hace ya tiempo en Poemas del Alma bajo el título de “Nuevos escritores mexicanos” me llevó a sentir interés por las reflexiones de Emiliano Monge, un autor que ha presentado a los escritores como “cazadores de historias” en sitios habitados por bestias y que ha marcado diferencias entre dos clases de narcoliteratura: la literaria y la policial.
Comencé a seguirlo a través de Twitter, tal como lo hacen a diario más de 1.500 personas. Y por esa red social le propuse participar en esta sección de tuittrevistas, una invitación que el creador de títulos como “Morirse de memoria”, “Arrastrar esa sombra” y “El cielo árido” aceptó de inmediato.
Muchas veces cinco preguntas resultan insuficientes y uno queda con ganas de preguntar (y tal vez, de responder) más, pero también es interesante el desafío de adaptarse a una estructura limitada, en especial cuando existe la posibilidad de continuar el contacto. En este caso, quien desee conocer en mayor profundidad a Emiliano Monge y apreciar su talento literario, puede interactuar con él vía Twitter o bien descubrirlo por medio de los libros que lleva publicados.
– ¿Qué razones te impulsan a escribir?
– A esta pregunta se han dado cientos de respuestas y siempre se obvia la principal: escribir (y leer) es lo que más me interesa hacer.
– Estás considerado como uno de los autores jóvenes más sobresalientes de México: ¿cómo planeas sostener esta buena reputación en el tiempo?
– Lo increíble es que alguien me considere joven. Será que no me han visto. Si hasta gano apuestas gracias a mi apariencia de vejestorio.
– ¿Cuáles crees que son las claves para llegar a ser un buen escritor “sin morir en el intento”?
– Estoy convencido de que el único camino es leer y escribir y leer y escribir. Descartes aseveró: «el escritor es una bestia de carga».
– De hacer un libro sobre la sociedad mexicana actual, ¿cómo titularías la obra? ¿Por qué?
– No tengo que plantearme el supuesto pues justo he terminado una novela con estas características. Se titula «Las tierras arrasadas».
– ¿Qué esperas de 2015 tanto a nivel personal como profesional?
– No soy mucho de esperar grandes cosas, la verdad. Ni a nivel personal ni menos aún a nivel profesional.
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