El escritor argentino Federico Andahazi ha logrado a lo largo de su carrera amores y odios. Sus obras están traducidas a un gran número de idiomas y millones de personas han leído, al menos, uno de sus libros. A este autor nacido en junio de 1963 se lo puede elogiar o criticar, pero es imposible ser indiferente hacia él.
En su cuenta de Twitter, el creador de obras como “El anatomista” (obra envuelta en una polémica al ganar el Premio de la Fundación Fortabat, fallo cuestionado por Amalia Lacroze de Fortabat), “El conquistador”, “Errante en la sombra” y “El libro de los placeres prohibidos” que alguna vez llegó a denunciar intimidaciones, tiene poco más de 2.700 seguidores. Una cifra que no refleja su popularidad real a nivel internacional, ganada en el transcurso de los años a fuerza de buenos niveles de ventas, distinciones por su talento y, por supuesto, de algún que otro escándalo o provocación.
Cuando me puse en contacto con él, confieso que tuve miedo de ser rechazada apenas le contara la idea de participar en una entrevista por Twitter. Andahazi, un novelista, cuentista y ensayista reconocido, un hombre al que imagino muy ocupado y que, además, tiene fama de irreverente y provocador… ¿aceptaría este desafío de responder cinco preguntas en 140 caracteres para publicar en un portal llamado Poemas del Alma (vinculado desde su nombre al universo poético)? Prejuicios, le dicen… Sin embargo, este autor (a diferencia de otros exponentes del mundo literario que pasaron por alto mis mensajes en la red social) no sólo se ha hecho tiempo para entablar conversaciones conmigo sino que también se dejó llevar por la consigna de contestar mis interrogantes en cinco tuits. Los invito a descubrir un Andahazi directo, conciso, con las palabras justas, pero auténtico.
– Decís que es «triste llegar al final de un libro” cuando escribís. La alegría, ¿se pierde en el proceso o llega con la publicación?
– Se pierde en el proceso y llega con la publicación.
– ¿Qué herramientas te da el psicoanálisis a la hora de crear una historia?
– Ninguna. Para escribir necesito otra caja de herramientas.
– Escribiste “El libro de los placeres prohibidos”. ¿Cuál es el placer que evitás o “autocensurás” en tu vida cotidiana?
– Comer dulce de leche con el dedo.
– Viajás mucho y te vinculás con lectores de distintas nacionalidades. ¿Qué es lo positivo y lo negativo del lector argentino?
– Lo positivo es que te tiene cerca para demostrarte su afecto. Lo negativo, que te tiene cerca para demostrarte su enojo (como Amalita).
– ¿Cuál es tu libro de cabecera? ¿Por qué?
– Para la cabecera prefiero una almohada. Porque es más mullida que un libro.
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