Luis García Montero, respuestas en 140 caracteres

Granada lo vio nacer en diciembre de 1958. Tiene varios libros en su haber, admiradores en diversos rincones del mundo, numerosos reconocimientos acumulados, experiencia como profesor y una cuenta de Twitter con más de quince mil seguidores. Es Luis García Montero, un escritor muy presente en los artículos de Poemas del Alma.

En su momento, este destacado autor inspiró a Tes Nehuén para el desarrollo de especiales titulados “El Invierno de García Montero”, “Luis García Montero, poeta de la experiencia” y “García Montero analiza a Gustavo Adolfo Bécquer”, entre otros. También fue noticia en este sitio por sus reflexiones sobre poesía española y por sus declaraciones sobre la realidad económica de su país.

Hoy, tengo el honor de compartir con ustedes cinco respuestas que este afamado poeta, novelista y ensayista me hizo llegar a través de la red social del pajarito. Desde mi punto de vista, sus devoluciones en 140 caracteres reflejan su grandeza, talento y sabiduría, pero los invito a leer, a disfrutar y a sacar sus propias conclusiones. Ya a esta altura, frente a los aportes de Luis García Montero, mis palabras sobran…

– Haciendo honor a uno de tus libros, has elegido “La poesía como destino”… ¿Qué encuentras en ella que no te da el ensayo ni la novela?
– Es el género en el que siento más comprometida mi conciencia y mi relación con la verdad. Me siento ser en la música del poema.
– ¿Qué sientes cuando “Alguien dice tu nombre” al ser consultado por sus escritores favoritos?
– Gratitud. El mejor premio para un escritor es saber que forma parte de la educación sentimental de sus lectores.
– ¿Cuál es, a tu criterio, la base para convertirse en un buen escritor?
– Tener mundo propio y saber mirar por la ventana de ese mundo. Tomar en serio el compromiso con las palabras. El amor propio como lenguaje.
– ¿Qué actividades realizas en tu tiempo libre?
– Leo, escribo. Tengo la suerte de que mi trabajo es también tiempo de ocio. Es una suerte dedicarse a una vocación más que a un empleo.
– ¿Cómo te gustaría que se te recuerde cuando ya no estés en este mundo?
– Me importa más como recuerdo yo a mis muertos. Viven conmigo, están en mi mesa y les cuento mis cosas. Vivimos en paz.