Con “La sastrería de Scaramuzzelli”, Guillermo Borao, un autor que nació en Zaragoza durante 1990, ha debutado como novelista.
Siempre es enriquecedor darle espacio a voces nuevas y descubrir el talento literario de aquellos que aspiran a cautivar al mayor número posible de lectores, por eso en esta ocasión proponemos hacer foco tanto en la figura como en la producción de este escritor al cual se puede contactar por Twitter.
Respecto al perfil de este novelista que meses atrás pasó por la Feria del Libro de Murcia resulta interesante mencionar que lleva tiempo dedicándose a la escritura. En la Universidad San Jorge completó la carrera de Periodismo, dice su biografía, y en la madrileña Universidad Carlos III completó un máster en Cine y Televisión.
Además de haber sido merecedor de una beca concedida por la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, Borao fue distinguido en diversas oportunidades por su buen desempeño como artífice de relatos cortos.
– ¿Cómo debe ser un libro, qué características tiene que reunir, para despertarte ganas de leerlo? ¿A qué apelas para intentar lograr eso al elaborar un relato?
– La carta de presentación de un libro está en su primera página. Esta es la que debería esbozar sin engaños el alma de la obra. Yo, como lector y autor, busco en esos párrafos las historias que me interesan: aquellas que nos entretienen, nos enseñan y nos cambian la mirada.
– ¿A quién podrías señalar como un/a autor/a modelo o bien como un modelo de escritor/a? ¿Razones?
– Como ejemplo en la literatura española, me viene a la cabeza Antonio Gala por su versatilidad. Pocos autores como él han escrito con tanta brillantez poemas, obras de teatro, novelas o artículos. Es un auténtico referente.
– ¿Qué te genera “La sastrería de Scaramuzzelli” y qué esperas de esta obra?
– Orgullo, felicidad y descanso. Son seis años de dedicación emocional a una ópera prima en la que oculto pasajes importantes de mi vida. Por suerte, mucho de lo que podía esperar de ella ha llegado: la mejor editorial posible y una gran acogida de la crítica y los lectores.
– ¿Cuál es tu máxima aspiración a nivel literario y qué recursos te acercan a hacerla realidad?
– Más que en la máxima, pienso en la próxima. Esta novela sugiere la posibilidad de que no existan ni el azar ni las casualidades. Desde hace años, por varios motivos, siento una conexión con un determinado certamen para obra publicada. Ganarlo sería el mayor reconocimiento.
– ¿Un mensaje para aquellos que, en este instante, recién descubran o estén comenzando a leer la primera novela de tu autoría?
– Que “los libros son las coordenadas de los que se pierden”, pero en esta novela no las encontrarán hasta el final, hasta llegar a la última página. Les invito a que descubran por qué Tonleystone es, en realidad, un pueblo mágico.
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