Las tuittrevistas 2019 llegan a su fin en esta jornada con las respuestas que el matemático y escritor argentino Guillermo Martínez desarrolló en exclusiva para Poemas del Alma.
Se trata de un talentoso autor que, a través de sus obras, ha logrado conquistar a lectores de diferentes nacionalidades. Algunos de sus trabajos, como “Crímenes imperceptibles” y “Yo también tuve una novia bisexual”, han sido reseñados años atrás por María Merino.
En este portal, asimismo, informamos acerca del triunfo de Martínez en la primera edición del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez y aludimos al Premio Nadal de Novela que ganó este año en reconocimiento a “Los crímenes de Alicia”.
Para aquellos interesados en seguir de cerca las actividades literarias de Martínez, no está de más detallar que este novelista lleva adelante un blog y utiliza Twitter con frecuencia.
– Siendo el creador de “Crímenes imperceptibles”, ¿cómo vivís el vuelo propio de este libro traducido a múltiples idiomas que dio origen a la película “Los crímenes de Oxford”, con dirección de Álex de la Iglesia?
– Fue un libro que me permitió dejar la universidad para dedicarme por completo a la literatura. Pero también me fijó, demasiado, en la etiqueta de «escritor matemático», y borró un poco el resto de mi obra…
– ¿Cuál es la mayor satisfacción que te da la literatura? ¿Qué te enseña cada una de tus obras?
– La mayor alegría sigue siendo para mí terminar una novela, por la inmensa cantidad de trabajo, tiempo y pequeñas angustias que me lleva cada una. Pero también, cada tanto, cuando un buen lector me comenta algo que les quedó en la memoria de mis libros…
– Según tu punto de vista, tu nouvelle “Una madre protectora”, ¿se disfruta más antes o después de ver “El hijo”, el filme dirigido por Sebastián Schindel que se inspira en este material?
– Siempre me parece mejor leer primero el libro: de esa manera cada uno elige su propia fisonomía para los personajes y el tono emocional de las palabras. En el cine esto queda impuesto por el casting y cuesta después borrar lo vívido de las imágenes si se invierte el orden.
– ¿Cómo gestaste, con qué finalidad, la trama de “Yo también tuve una novia bisexual”? ¿Quedaste conforme con el resultado?
– Era un cuento que se prolongó de a poco. Quería explorar la progresión sexual de una pareja, ese lenguaje de los cuerpos pocas veces «escrito». Quedé contento, aunque a la distancia quizá el título no fue muy feliz: ahora elegiría Un romance de campus, u Orgullosamente ahí abajo!
– ¿Qué herramientas y fórmulas utilizás para ir superándote como escritor y sorprender siempre al lector?
– No me preocupo demasiado por mis lectores (perdón!). Prefiero atenerme a los temas que me interesan escribir. Tuve libros con mucha repercusión y otros casi secretos, pero me parece razonable esto. Me gustaría, sí, terminar una gran novela en cuatro libros que tengo pendiente.
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