Numerosas historias destinadas a niños y adolescentes nacieron gracias al trabajo literario de Jorge Gómez Soto, un madrileño instruido en Ciencias Económicas que todavía tiene muchos relatos por contar.
“Se vende”, “La última noche de La Luna”, “Aurora o nunca”, “BIS”, “La chica del andén de enfrente” y “cris5ceros” son algunas de las obras creadas por este autor que comparte la pasión por la escritura con su padre y colega, Alfredo Gómez Cerdá.
El también responsable de “El héroe envenenado” suele dar cuenta de sus novedades y actividades culturales en redes sociales y en un sitio web nombrado con su apellido.
Pueden ingresar a su espacio virtual o seguirlo en Twitter, por ejemplo, para informarse sobre sus lanzamientos y presentaciones. Mientras tanto, tienen la oportunidad de descubrirlo o actualizar sus conocimientos acerca de él mediante la tuittrevista que, con una gran amabilidad, Jorge Gómez Soto respondió a petición de Poemas del Alma.
– ¿Cuál es el comentario o consejo más significativo que, valiéndose de su propia experiencia como escritor, te ha dado tu padre en relación a tu camino literario?
– En tantos años, imagínate, me ha dado muchos. Me resulta complicado, pero quizá diría ser conciso, no irme por las ramas, no intentar florituras en cada frase porque eso agota al escritor y, lo que es más importante, al lector. Como buen hijo, no siempre sigo sus consejos.
– ¿De qué modo, bajo qué criterios o ideas, vas intentando formar el hábito lector en tus hijos?
– Lo intento mediante el contagio, no la imposición. De pequeños, les he leído infinidad de cuentos, sobre todo antes de dormir, les he implicado en la escritura de algunos de mis libros, pidiéndoles ideas, temas… Pero reconozco que es una pelea complicada y a veces frustrante.
– ¿Cuáles son los obstáculos o desafíos que enfrentas como creador de literatura juvenil? ¿A qué herramientas o estrategias apelas para superarlos?
– Los mismos obstáculos que casi cualquier creador: inseguridades, dudas, miedos… Los supero simplemente escribiendo. Pienso solo en la historia, no en las mil cosas imponderables que podrán ocurrirle al libro. Destinar mis historias a jóvenes y niños es un reto que motiva.
– ¿Con qué propósito desarrollaste “cris5ceros”? ¿Quedaste satisfecho con el resultado?
– Tenía muchos propósitos, pero no siempre conscientes: reflexionar sobre una sociedad que ha asumido la falsedad, sobre la velocidad, la literatura sin alma, los prejuicios, el lenguaje neutro… Envolví todo en algo divertido y apetecible y, sí, estoy satisfecho con el resultado.
– ¿Qué reflexiones y sensaciones fueron surgiéndote a medida que escribías “El héroe envenenado”?
– «El héroe…» es un libro también apegado a la realidad. Nace de la observación directa. Padres que envenenan a sus hijos con una idea equivocada de la competitividad. Entre ganar y la amistad, eligen lo primero. Es un tema complejo, pero tratado de forma divertida y optimista.
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