Antes de demostrar sus habilidades como novelista, el español Juanjo Braulio se formó en Enseñanzas Artísticas y se licenció en Ciencias de la Información. Fue redactor en múltiples medios de comunicación y, previa a su actividad de narrar “mentiras” para comunicar “verdades”, tal como señala en su sitio web, publicó un libro de viajes titulado “En Ítaca hace frío”. Varias de sus columnas de opinión, además, le dieron contenido a “La escalera de Jacob”.
Años atrás, este autor que acumula en Twitter más de 300 seguidores motivó a María Merino a escribir sobre él en Poemas del Alma por las “inmejorables críticas” cosechadas con “El silencio del pantano”. Ahora, para saber más sobre el trabajo de este periodista y escritor que en Cartagena Negra 2017 fue parte de una mesa redonda sobre “Periodismo y Literatura”, los invito a descubrir qué y cómo piensa el también responsable de “Sucios y malvados” a través de las respuestas breves que, tras firmar ejemplares de sus obras en la Feria del Libro de Torrent, me hizo llegar por medio de la red social de los 140 caracteres.
– Abordas la violencia machista en “Sucios y malvados”. ¿Cómo se vive esta problemática, tanto a nivel profesional como personal, siendo hombre?
– Con horror ante el hecho de que la violencia machista ha causado más víctimas en España que el terrorismo de ETA.
– Eres periodista y volcaste en un libro tus sensaciones y experiencias en Suecia antes de debutar como novelista. ¿Te resulta más sencillo trabajar con la realidad o crear ficción? ¿Razones?
– La ficción da más trabajo porque el escritor se convierte en un diosecillo que debe crear todo el universo que se refleja en la novela.
– Te consideran un “maestro de la novela negra” y cautivaste ya a muchos críticos y lectores. Cuando haces un balance personal, ¿qué destacas de tu propio desempeño literario?
– No creo que la mía sea una historia de éxito, sólo es una historia de tozudez porque siempre quise ser escritor y no paré hasta lograrlo.
– Tu faceta periodística te lleva a ser riguroso con los datos que incorporas en tus relatos. ¿Cómo equilibras las tramas para no excederte con la información?
– Trato la información como si fuera la salsa Tabasco. Unas gotitas aquí y allá para que el guiso esté sabroso, pero sin que abrase la lengua.
– De todos los comentarios que recibes por tus libros, ¿cuál ha sido inolvidable para ti? ¿Motivos?
– El de mi profesora de Literatura del colegio que, siendo niño, me dijo que sería escritor. Con mi primera novela me dijo: «lo sabía».
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