Legna Rodríguez, respuestas en 140 caracteres

La escritora cubana Legna Rodríguez Iglesias, quien ganó el X Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar con un material titulado “Hasta Feldafing no paro”, suele utilizar Twitter para dar a conocer sus actividades, compartir reflexiones, opinar sobre diferentes temas y narrar algunas de sus vivencias.

Días pasados, a través de dicha red social, la también creadora de la obra “Mi novia preferida fue un bulldog francés” contestó cinco preguntas de Poemas del Alma, permitiéndonos de esta forma saber más sobre cómo piensa y vive esta mujer que, de acuerdo a sus declaraciones, podría quedarse “varios años leyendo solo poesía norteamericana y polaca” o permanecer “sentada frente a una película de Yorgos Lanthimos”, entendiendo que “el cine también es leer”.

Antes de darle protagonismo a sus respuestas breves, es interesante resaltar que, según ha expresado Legna, al estar en La Habana “uno tiene la certeza de que algo anda mal” y, cuando se observa “el fenómeno desde afuera”, la certeza se convierte en una “realidad imparable”. Justamente, su relación con su tierra natal es el primer disparador de la tuittrevista de hoy.

¿Qué sientes por Cuba, el país que te vio nacer, crecer y partir?
– Extraño a las personas pero no al paisaje. Por el país como institución, en estos momentos, siento rechazo. Por el paisaje siento lástima.
En tu actividad literaria, ¿te ves forzada a derribar prejuicios o sortear obstáculos por tu condición de mujer?
– Entiendo la literatura como espacio de tensión. Si no me viera obligada a desarrollar una batalla campal contra todo, tal vez no escribiría.
Desde que comenzaste a escribir, ¿en qué se modificó tu experiencia como lectora?
– Vas encontrando tu propia incomodidad en la lectura, que es también placer. El gusto y los aprecios se ensanchan pero también se simplifican.
¿Cuáles son tus principales motivaciones a la hora de crear un texto?
– Lo que me motiva a construir un texto es la destrucción. «Persona ser arquitectura/ y persona ser/ cómo se dice/ destrucción».
Cuando la vida pase y mires hacia atrás, ¿qué logros o conquistas te harían sentir que cumpliste tu misión como escritora?
– Escribimos tratando de cumplir misiones que nadie encomendó. Los libros sobre experiencias límites tal vez sean las misiones más peligrosas.



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