Más de mil usuarios de X (ex Twitter) siguen la cuenta de Lola López Mondéjar, una escritora y psicoanalista nacida en Murcia que, con exquisita cordialidad y buena voluntad, aceptó responder a distancia el cuestionario que hoy compartimos en Poemas del Alma.
Cabe destacar que esta autora había tenido visibilidad en este portal literario hace varias temporadas a raíz de dos artículos publicados por Tes Nehuén: uno centrado en “El pensamiento mudo de los peces” y “Lazos de sangre”, y otro focalizado en el contenido de “Qué mundo tan maravilloso”.
Ahora es momento de darle espacio a la propia voz de Lola para renovar el interés general por su figura y actualizar información sobre su carrera. Es interesante saber, por ejemplo, que su producción se ha ido extendiendo gracias a títulos como “Cada noche, cada noche” e “Invulnerables e invertebrados” y que frecuentemente tiene en agenda compromisos vinculados al ámbito de las letras para mantenerse en actividad.
A poco de despedir el año, López Mondéjar se va preparando para una de las primeras citas de 2024, ya que el 18 de enero estará junto a su colega Pilar Adón en la librería madrileña Rafael Alberti charlando en torno a “Relaciones familiares, parejas, amor, vínculos”.
– ¿De qué modo tus conocimientos y experiencia como psicoanalista favorecen y enriquecen tu actividad literaria?
– Creo que se escribe con todo lo que eres, por tanto, mi formación de psicoanalista está presente en mi obra junto a mi experiencia como mujer, madre, amiga, ciudadana. Todo ello inscrito en el tiempo en el que vivo, que observo con atención e interés, que me perturba e inquieta.
– ¿Cuál es el libro que más veces has leído? ¿Motivos?
– Lolita, de Nabokov. Lo leí cuando era joven y no comprendí el abuso de H.H. a la niña. Estaba colonizada por la lectura de la mayoría de los críticos, que la consideraron una historia de amor. Con la segunda lectura pude observar el rapto y la violación de Lolita: luego hubo más.
– ¿Qué enseñanzas o lecciones te ha dejado la creación de “Invulnerables e invertebrados”?
– Me ha confirmado que las hipótesis que lancé en ese libro eran correctas en su mayoría, dado que los lectores se veían reconfortados al encontrar palabras para sus propias intuiciones. Ha sido muy gratificante esa confirmación que me ha aportado confianza en mis hipótesis.
– De no haber sido su creadora, ¿habría en tu biblioteca un espacio especial para “Cada noche, cada noche”? ¿Razones?
– Sin duda, creo que Cada noche, cada noche, es un libro necesario, que se anticipó al movimiento Metoo, y puso el dedo en la llaga de un consentimiento viciado por el que las mujeres accedemos a realizar actos que no deseamos hacer, forzadas o para satisfacer a otros.
– ¿Dónde y en qué circunstancias hallaste inspiración para elaborar el contenido de “Qué mundo tan maravilloso”?
– Es un canto a la belleza del mundo que pude disfrutar en mis viajes, tan amenazada por la crisis medioambiental. En distintos contextos paradisíacos, las emociones humanas siguen siendo las mismas, y los lazos familiares ambivalentes y conflictivos. Quise mostrar de esa realidad.