La española Luna Miguel es mucho más que la joven que Facebook censuró por difundir una imagen correspondiente a su libro “El dedo. Breves apuntes de la masturbación femenina”. A ella se la puede conocer a través de los artículos que redacta para PlayGround Magazine, sus publicaciones en Twitter (donde es leída a diario por más de 13 mil seguidores) y todos los libros que ha lanzado hasta el momento.
Esta joven que vive en Barcelona junto a su pareja, su hijo Ulises y dos gatas tiene mucho para ofrecerle al universo literario, por eso es interesante hacer foco en su figura para saber quién es y a qué se dedica Luna: seguramente, más de un lector se sorprenda al descubrir su talento para la escritura.
Esta tuittrevista, por ejemplo, puede ser una buena excusa para acercarse a su producción, la cual abarca desde poesías hasta cuentos y ensayos. Si les atrae el perfil de Luna Miguel, tomen nota: “Exhumación”, “Estar enfermo”, “Pensamientos estériles”, “La tumba del marinero” y “Los estómagos” son algunos títulos de su autoría que pueden tener en cuenta para próximas lecturas.
– Tras ser censurada por Facebook, ¿tuviste el respaldo y apoyo de otros escritores o sentiste que faltó solidaridad hacia ti?
– Sentí todo el apoyo del mundo por parte de lectores y compañeros de profesión: gracias a ellos mi voz ha vuelto a Facebook.
– ¿Por qué y con qué fines dedicas tu tiempo a la escritura?
– Escribo desde la adolescencia, lo hago para comunicarme, para descubrir, para narrar el mundo.
– ¿A qué clase de lector buscas atraer con tus obras?
– Lo cierto es que no lo sé. Me gustaría construir una obra sincera que, ojalá, siempre sorprenda y emocione.
– Eres una flamante mamá, ¿cómo influye tu nueva realidad a la hora de escribir?
– Aún es pronto para saberlo. Sin embargo mi próximo libro, “El arrecife de las sirenas”, aborda el tema de la búsqueda del hijo.
– ¿Qué libro que dejó huella en ti le recomendarías a tu hijo?
– Crecí leyendo a Quino, especialmente Mafalda. Me enseñó a conocer el mundo, a ser crítica como ella. Ojalá Ulises también la lea.
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