Juan Manuel Bertón Schnyder, respuestas en 280 caracteres

En el marco de la sexta edición del Mundial de Escritura, evento que desde hace tiempo impulsa Santiago Llach, se destacó un uruguayo llamado Juan Manuel Bertón Schnyder.

Además de sumar experiencia como escritor, este hombre es sociólogo. “Malas muertes” se titula el material que lo llevó al triunfo en el mencionado certamen internacional. Sobre este trabajo y otras experiencias vinculadas al campo de las letras se expresó Juan Manuel en el cuestionario que, a pedido de Poemas del Alma, aceptó responder adaptándose a la extensión máxima que propone Twitter y que le da identidad a las tuittrevistas de este portal: 280 caracteres.

Si después de llegar al final de esta publicación desean saber más sobre este autor y su producción, tienen la posibilidad de contactarlo por redes sociales y/o darle una chance de lectura a “Yo una vez tuve una familia de demonios”.

– ¿Qué sensaciones y reflexiones te genera “Yo una vez tuve una familia de demonios”? ¿Razones?
– Disfruté mucho escribiendo ese libro; lo escribí de forma tan libre que lo releo y aún me guarda algunos secretos. Creo que habla sobre el tránsito a la edad adulta, las responsabilidades, la pérdida de la inocencia; al parecer, no me recupero de eso.
– A la hora de elaborar un texto, ¿a qué recursos o estrategias apelas para estimular y potenciar la inspiración?
– Me inspiro con tareas repetitivas; cada tanto sueltan una idea. La idea es breve; un gorila en Barrio Sur o una gallina-dragón, pero arranco con eso y el resto comienza a aparecer. No pasa siempre, pero si sucede está buenísimo. También me funciona leer a Felisberto, a Cortázar.
– ¿Cómo surgió “Malas muertes” y por qué crees que consiguió llevarte a lo más alto del VI Mundial de Escritura?
– La consigna del día refería a los no-lugares, noción de la antropología; es un sitio anónimo, aséptico, de paso. La idea del hotel en Tarariras torcía esa noción, porque allí el anonimato y la asepsia -social- no existen. Creo que ahí pudo haber estado la gracia.
– ¿Cuáles son las cuestiones que, en función de lo que te agrada y lo que te disgusta como lector, tienes en cuenta al crear una obra?
– Como lector, disfruto de los elementos fantásticos, inverosímiles; entonces los uso. Es un recurso que le permite al autor poder traficar otra información, cosas importantes que quedan en un lógico segundo plano, y donde se asienta la riqueza verdadera del texto.
– ¿Por qué, y con qué finalidad, dedicas tiempo a la creación literaria?
– No sé si existe una finalidad; quizás, ser leído y que alguien pueda empatizar con un personaje o una historia tuya. Escribir no es una obligación, es más una necesidad; a veces me dan ganas de escribir, y entonces escribo. No le encuentro otra explicación.