Hace algunas temporadas, Tes Nehuén incluyó a “Diáspora de la mujer pájaro” en un listado de recomendaciones literarias para las vacaciones. Ahora, en Poemas del Alma compartimos una entrevista que respondió a distancia Marta Castaño, la autora de dicho libro, a fin de poder conocer más sobre su perfil y producción.
Resulta interesante saber que “HIQIT” y “Línea blanca” son otras opciones de lectura que permiten apreciar las habilidades para la escritura de la también bibliotecaria de origen navarro que se ha licenciado en Filología Hispánica.
Aquellos que deseen mantenerse al tanto de las novedades profesionales de Marta, quien tiempo atrás obtuvo el I Premio Nacional de Poesía Juan Ignacio González, o intercambiar mensajes con ella pueden contactarla, por ejemplo, a través de X, donde ya más de 5.600 usuarios leen sus publicaciones.
– ¿Qué sientes por los libros?
– Pura pasión. Trabajo en una biblioteca y es el trabajo de mis sueños, leo casi obsesivamente y, cuando no estoy haciendo ninguna de estas dos cosas, suelo estar escribiendo en mi diario o algún poema para mi próximo libro.
– ¿Cómo nació, con qué pretensiones u objetivos, “Diáspora de la mujer pájaro”?
– Nació de la necesidad de escapar de fantasmas y emociones abrumadoras durante una etapa de ansiedad y depresión. Quise encontrar la luz en aquella cueva y lo hice a través de la escritura. Los pájaros simbolizan la libertad y transformación que alcancé durante el proceso.
– ¿Cuál ha sido la máxima lección, sensación o reflexión que te ha dejado la escritura de “HIQIT”?
– La importancia de la aceptación radical, la resiliencia, los cuidados y el cariño. Lo sanador de ver la belleza en cada detalle aunque se atraviesen momentos tan difíciles como el ACV de una madre. Que nuestra existencia oscila entre lo bello y lo cruel y así es cómo es la vida.
– ¿Con qué propósito elaboraste “Línea blanca”? ¿Quedaste satisfecha con el resultado?
– Lo escribí antes, durante y después de sufrir una pérdida gestacional. Mi objetivo era poner en palabras una experiencia que sigue siendo tabú. Estoy satisfecha de haberlo narrado tal y como lo viví, y creo que muchas mujeres pueden sentirse identificadas con lo que cuento.
– La composición poética, en tu caso, ¿por qué y para qué?
– La poesía es mi forma de intentar comprender el mundo. Escribo para sanar, para explorar lo cotidiano, la naturaleza y la condición humana. Es un medio de creación que me libera y a la vez me conecta con la vida y con los demás desde lo más profundo.
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