Marta Quintín Maza, respuestas en 280 caracteres

Muchas historias han nacido ya de la imaginación y del talento narrativo de Marta Quintín Maza, una autora a la cual este año la Diputación de Zaragoza le ha dado espacio para que ella pueda (al igual que otros jóvenes escritores convocados) difundir su labor literaria en una biblioteca municipal.

“La llave de las estrellas”, “El color de la luz”, “La tortuga que huía del jaguar” y “Dime una palabra” son opciones que permiten apreciar las cualidades artísticas de esta novelista que, por ejemplo, ha sido distinguida en 2019 con el Premio València Nova Alfons el Magnànim de Narrativa en Castellano.

Resulta muy útil seguir a Marta por redes sociales para no perderse ningún detalle de su producción ni de sus actividades, así que quien guste leerla por Twitter, tome nota del usuario de esta escritora: @mquintin.

– Desde muy pequeña narras historias. ¿Cómo comenzó ese interés creativo? ¿Qué o quién te fue estimulando para crear cada vez más relatos?
– Contar historias es una pasión que nació conmigo, intrínseca a mi forma de expresarme desde que tengo uso de razón. Me estimuló el apoyo de mi familia, de mis profesores, así como ganar algún certamen de relatos, lo que me dio alas y me otorgó confianza en mis letras.
– ¿Qué reflexiones, sensaciones o ideas te ha dejado “La llave de las estrellas”?
– Que la historia no cambia tanto. Que ahora y siempre necesitamos un hogar, pertenecer a un sitio, a unas personas, o a una pasión. Y que la esperanza del regreso es irrenunciable.
– ¿Cuáles son las cuestiones te hacen sentir plena y satisfecha con tu producción literaria?
– Conseguir hilvanar una página que a mí me gustaría leer.
– ¿Con qué propósito o intención elaboraste “La tortuga que huía del jaguar”? ¿Quedaste conforme con el resultado?
– Quería contar una fábula que me ayudara a exorcizar algún demonio y, de paso, a entender esa lucha que es la más encarnizada de todas cuantas nos arrasan: la que se libra entre el miedo y el deseo. Y sí, creo que lo logré.
– ¿Qué te aporta la literatura y qué clase de huella intentas dejar para enriquecer al mundo de las letras con tu trabajo?
– Hasta ahora siempre me ha aportado una forma de estar en el mundo, de mirarlo y de manejarme en él. En cuanto a las huellas, con que un lector pase un rato bonito entre mis páginas, me doy por satisfecha. Y ni siquiera eso. Con escribir basta.