Mayco Osiris Ruiz es un autor mexicano nacido en 1988 que desde hace varios años enriquece con sus textos al universo poético.
Además de tener composiciones poéticas publicadas en diversas revistas, este escritor que hoy aporta sus respuestas breves a la sección de tuittrevistas de Poemas del Alma alcanzó visibilidad internacional años atrás a través de “El revés de esta luz”, material que lo convirtió en ganador del I Premio de Poesía Joven Alejandro Aura.
Si desean descubrir sus habilidades para la escritura y mantenerse al tanto de sus actividades culturales, búsquenlo y síganlo en redes sociales: está presente en X y en Facebook, por ejemplo.
– ¿Qué te provoca el género poético? ¿Cuál es el mayor encanto que hallas en él?
– La poesía es la gramática de lo invisible. Eso explica su encanto y su dificultad. Todo poema nos arrebata siempre a una región oscura por la que, sin embargo, cruza, fugaz, la luz. Una luz impensada y que puede moldear todo aquello que antes había vivido en ti sólo vicariamente.
– ¿Cómo trabajaste, a qué herramientas o recursos apelaste, para intentar desplegar toda tu sensibilidad y creatividad en “El revés de esta luz”?
– Aposté a la sintaxis y la forma que cifraran mi idea de lo poético. Pensaba que la época nos exigía rehuir de lo inmediato, regresar a un lugar menos vertiginoso, pero no me esperaba encontrarlo deshecho. En el ritmo y la imagen entreví la manera si no de retornar de resistir.
– ¿De qué modo se potencian artísticamente, y se enriquecen mutuamente, tu colega Malva Flores y tú al compartir jornadas de poesía?
– He tenido la suerte de conocer a Malva y a su lado aprender las claves del oficio. Más que complementar esa enseñanza, intento merecerla y ser digno de ella. Le habré pagado, acaso, con cariño y con escucha atenta. De su mano, poesía es fraternidad más allá de las páginas.
– ¿Con qué tradición poética, estilo o corriente te sientes más identificado? ¿Razones?
– Creo haber llegado tarde a todas partes. Me considero, a veces, un virgiliano retraído (la palabra tardío me desconcierta un poco). Luego me desengaño: ni talento ni dios, ni rebaños ni armas. Mi casa es esta casa: un paso hacia adelante y hacia atrás en el tiempo.
– De acuerdo a tu opinión, ¿cómo tiene que ser un verso, qué características debe reunir, para conmover y llegar al alma?
– No se podría llegar al fondo de las cosas si antes no nos conmueve su misterio. El verso, por lo tanto, debe aunar, para mí, pasión e inteligencia. Ser el rayo que agrieta e ilumina, con el mismo rigor, la noche del sentido.
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