El colombiano Orlando Echeverri Benedetti lleva tiempo conquistando lectores con sus habilidades narrativas. Su desembarco en el género de la novela llegó de la mano de “Sin freno por la senda equivocada”, una obra que, entre otras recompensas, le permitió obtener el Premio Nacional de Novela.
Con “Criacuervo”, este autor de espíritu viajero amplió su producción literaria y consiguió, además de una mención en el listado 2017 de la revista “Arcadia” sobre los mejores libros del año, ser finalista del Premio Nacional de Novela 2018 impulsado por el ministerio colombiano de Cultura.
Las redes sociales brindan la posibilidad de entrar en contacto con Echeverri Benedetti en cualquier momento (y todos están invitados a seguirlo por Twitter o Facebook para mantenerse al tanto de sus novedades profesionales), pero no siempre se tiene la oportunidad de conocer en detalle a este escritor que, actualmente, reside en Saint Helier (Jersey). Ya sea que conozcan sus libros o que recién descubran su existencia, las respuestas breves que desarrolló este talentoso exponente del universo creativo funcionan como un poderoso imán que nos acerca tanto a su vida como a su actividad literaria.
– De todos los países que visitaste, ¿en qué lugar encontraste la mayor inspiración? ¿Razones?
– Escribí mucho en Buenos Aires, tal vez no por lo que se entiende como inspiración sino porque tenía ciertos temas que me obsesionaban, y creo que de la obsesión surge la disciplina y el estado de conciencia que se requieren para escribir.
– Con “Sin freno por la senda equivocada” debutaste como novelista y fuiste premiado. “Criacuervo”, tu segundo relato, quedó finalista en Colombia del Premio Nacional de Novela. ¿Cuáles consideras que son tus puntos fuertes en este género?
– Tener puntos fuertes en la escritura significa que se está descuidando algo. Creo que los autores tienen sus preferencias y estilos y que con ellos buscan la unidad. Supongo que, en ese sentido, he buscado mi propio balance.
– Tanto como periodista como al escribir ficción, ¿a qué apuntas en un texto, cuáles son tus prioridades, para intentar captar la atención de los lectores?
– Escribo para mí mismo en el sentido en que escribo lo que me gustaría leer, y creo que por añadidura o efecto cualquier lector lo apreciará. Mi única prioridad, mi única responsabilidad, consiste en lograr la mejor versión de lo que quiero contar.
– De tener la atribución para modificar el final de un libro de otro autor, ¿cuál elegirías, qué le cambiarías y por qué?
– “Werther”, de Goethe. Creo que alguien necesitaba quitarle el arma a ese muchacho, pegarle dos bofetadas y mandarlo de vacaciones a una ciudad del trópico. Ese sería un verdadero acto de amor.
– ¿Qué sugerencia o consejo que a ti te resultó útil quisieras darle a aquellos que recién se lanzan a la aventura de escribir?
– Desconfíen de los consejos porque habitualmente son puro sentido común. Si alguien verdaderamente tiene lo que se necesita para escribir algo que valga la pena, entonces sucederá, tarde o temprano.
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