Orlando Mondragón, respuestas en 280 caracteres

El mexicano Orlando Mondragón, quien reparte su tiempo entre sus compromisos como médico y la actividad literaria, ha sido reconocido tiempo atrás con el premio de poesía que suele conceder la Fundación Loewe. “Cuadernos de patología humana”, tal como informamos por ese entonces en Poemas del Alma, se titula la obra distinguida en esa ocasión.

El también creador de “Epicedio al padre” aceptó con marcado interés la invitación a responder un cuestionario breve conservando las extensiones que propone Twitter, así que a continuación tenemos la posibilidad de conocer aspectos atractivos de su labor como poeta y de sus objetivos a la hora de elaborar libros.

Aquellos que deseen mantenerse al tanto de las novedades de este autor que nació en 1993, no duden en leer las actualizaciones de la cuenta denominada @doctorpoesias.

– ¿Influyen tus conocimientos y experiencias como médico a la hora de elaborar composiciones poéticas que alivien penas o ayuden a sanar dolores del alma?
– Cuando escribo no pienso en realizar un texto que cure, pienso en que el poema debe ser primero eso: un poema. Si algo surge o si en algo ayuda es porque el texto funciona, pero siempre es a posteriori.
– La actividad poética, en tu caso, ¿a qué necesidad o propósito responde?
– La verdad no lo sé. Es una de esas preguntas que se responden tras años de terapia. Aunque creo que ese misterio es necesario para continuar creando.
– ¿Cómo reaccionó tu entorno más cercano al conocer el contenido de “Epicedio al padre”?
– El conflicto más grande fue con mis padres, pero de alguna manera fue un libro que también me ayudó a rehabilitar ese vínculo con ellos. Mis amigos sólo estaban felices de que mi carrera literaria tuviera ese empuje.
– ¿Qué te propusiste generar con la elaboración de “Cuadernos de patología humana”?
– La idea inicial era recrear la sensación de estar una noche de guardia en el hospital, pero poco a poco el libro fue adquiriendo sus propios matices e interrogantes.
– A nivel literario, ¿cuál es tu máxima aspiración y de qué modo trabajas para concretarla?
– Creo que sería ser un escritor constante y que continuamente se cuestione sus propios procesos de escritura. Eso, creo yo, se logra escribiendo mucho y leyendo más.