Hace apenas unos días, Paula Melchor estuvo en suelo madrileño firmando ejemplares de “Amor y pan”. Ahora, en Poemas del Alma hacemos foco en la vida y obra de esta autora sevillana con el objetivo de darle visibilidad a su figura, servir de manera virtual como espacio de expresión para su voz y permitir así que cada vez más gente descubra la producción de quien fuera, en abril de este año, una de las participantes en “Bajo 35. Festival Iberoamericano de Poesía”.
Vale la pena seguir con atención las huellas que ella, que en mayo pasado dijo presente en el Festival Barbitania – Certamen Literario de Barbasto, va dejando en redes sociales a fin de tener la posibilidad de contactarla o de, al menos, conocer cómo va avanzando su carrera literaria.
De querer apreciar las habilidades para la escritura de esta experta en Literaturas Comparadas que ha realizado un máster en Estudios Literarios y Teatrales, más allá de tener en consideración al libro merecedor de la edición inicial del Premio de Poesía Letraversal, se puede bucear en el contenido de una “antología de poesía cursi” denominada “Estrellas vivas”.
– Además de la satisfacción de un premio, ¿qué te ha dado o provocado “Amor y pan”?
– Me ha dado, sobre todo, la posibilidad de provocar encuentros entre personas muy queridas por mí: los distintos actos literarios en los que he participado han sido una oportunidad para estar junto a gente que, quizás, sin ellos no hubiera podido coincidir. Esta es mi gran suerte.
– Desde tu punto de vista, ¿cómo debe ser una composición poética para no dejar indiferentes a los lectores, ya sea motivándoles reflexiones o conmoviéndolos?
– No creo que haya una fórmula exacta, pero me gustan mucho los poemas donde el universo simbólico es diverso, también aquellos que son capaces de recrear la sentimentalidad desde lo particular y no desde los clichés generales. Normalmente esos son los textos que más me sugieren.
– ¿Qué te impulsa o motoriza a elaborar contenidos poéticos?
– Muchas cosas, y nunca la misma: a veces una imagen, a veces otro poema que leo, a veces un sentimiento, a veces un tema que me interesa explorar. Los cauces de mi expresión poética son diversos, y creo que de ahí vienen mis ganas de escribir.
– Cuando asumes el rol de jurado, ¿cuáles son las cuestiones o los aspectos que priorizas a la hora de formular tu voto?
– Que el libro por el que apuesto esté bien construido, tenga una propuesta sólida y sea coherente consigo mismo. Que los poemas estén bien desarrollados, que consigan apelarme (no necesariamente porque me pueda identificar) y que vea allí la personalidad poética de quien escribe.
– ¿Qué enseñanzas o aprendizajes te ha dejado, a nivel personal, el taller literario “Orgullo y prejuicio” que dirigiste tiempo atrás?
– Sobre todo he aprendido que el conocimiento no es algo ni siempre individual ni estrictamente académico: podemos crear saberes colectivamente, desde entornos culturales que no tienen nada que ver con la universidad, igual de válidos que estos.
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