Una gran cantidad de relatos creados por ella le permite a Pilar Sánchez Vicente cautivar desde hace años a numerosos lectores, alimentar una sólida trayectoria en materia literaria y participar en eventos vinculados al mundo de las letras.
Tras haber tenido visibilidad en la más reciente edición del festival Vallekas Negra a través de un libro de su autoría titulado “La banda del bótox”, esta escritora e historiadora nacida en Gijón adquiere por estas horas notoriedad en Poemas del Alma gracias a un cuestionario breve que respondió a distancia.
Resulta interesante centrar la atención en su nutrida producción para ir descubriendo sus habilidades para la escritura, sus fuentes de inspiración y las cuestiones que la impulsan a elaborar textos.
De querer saber más sobre Pilar o contactarla para intercambiar mensajes, sin dudas hay que seguirla en redes sociales y visitar su sitio web.
– ¿Cuáles son los aspectos de la novela histórica que más te seducen?
– Primero, identificar protagonistas y situar la época. La fase de documentación me encanta: mapas, archivos, museos, libros…Es guapo sembrar curiosidad entre lectores, contar la vida cotidiana y el papel de las mujeres, siempre presentes aunque excluidas del relato de la historia.
– De no haber sido su creadora, ¿estaría “La diosa contra Roma” entre tus lecturas favoritas? ¿Razones?
– El campamento romano de La Carisa es único. Esa década de guerra contra Roma solo se justifica con un fuerte liderazgo que uniera a tribus. Fue una guerra de dominación y un choque de culturas. Si por entonces estaba Boudica en Gran Bretaña, ¿por qué no Imborg en tierras astures?
– ¿Cuáles fueron las reflexiones, sensaciones o los pensamientos que experimentaste a medida que elaborabas «Luciérnagas en la memoria»?
– Las historias que recoge, de Argentina y España, son reales y conté además con el diario de un fugáo. La recogida de testimonios fue catártica para sus protagonistas y tuvo efecto terapéutico en los clubs de lectura. La dictadura dejó muchas víctimas y un gran silencio.
– ¿Cómo imaginas la reacción de Andrea Carbayo de Jovellanos de haber tenido oportunidad de leer «La hija de las mareas»?
– Todo le sonaría cercano: está basada en protocolos notariales, actas municipales… Su recorrido es el de muchas mujeres de su época, con esperanza de mejoras para ellas. Su participación en tertulias y en la Guerra de la Independencia es significativa.
– ¿Con qué propósito ideaste “La banda del bótox”? ¿Quedaste satisfecha con el resultado?
– Esta novela negra, de crítica social, ajusta cuentas con el terrorismo machista en clave de humor. Hay 1 feminicidio cada 3 días y 1 violación cada 4 horas: no está mal dar vuelta a la tortilla una vez aunque sea en papel. El juego metaliterario la enriquece y el final sorprende.
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