A través de Twitter, el venezolano Rafael Arráiz Lucca comparte noticias, difunde un podcast de su producción y mantiene contactos fluidos con numerosos usuarios. Por esa red social en la cual traspasó la barrera de los 56 mil seguidores, este profesor, abogado, doctor en Historia y escritor que integra la Academia Venezolana de la Lengua respondió cinco preguntas a pedido de Poemas del Alma.
Este autor que aportará datos sobre Luz Machado en el marco del XIV Encuentro Internacional de Escritoras (EIDE), lleva publicadas propuestas como la autobiografía espiritual “La otra búsqueda” y “El coro de las voces solitarias (Una historia de la poesía venezolana”. “Pesadumbre en Bridgetown”, “Venezuela: 1830 a nuestros días” y “El libro del amor” son otras de sus creaciones.
A continuación, el cuestionario que invita a descubrir cómo trabaja y concibe a la literatura el poeta y ensayista Rafael Arráiz Lucca.
– ¿Qué le brinda la literatura y qué considera que le aporta usted a este arte?
– El buen ensayo es una fuente de placer inagotable; igual un relato, un cuento o una novela. No sé si lo que he escrito aporta algo.
– Desde su punto de vista, ¿cómo es, qué características presenta, un buen poeta?
– Un buen poeta es un lector, con vastísima cultura, y con música e imágenes en la construcción del poema.
– ¿Cuál es el libro que más le ha costado escribir? ¿Razones?
– Ninguno de mis libros me ha costado trabajo; de ser así no los habría escrito. Son fuentes de placer.
– ¿Qué lectura hace del panorama literario actual de Venezuela?
– Hay dos literaturas venezolanas hoy: la de adentro y la del exilio. Ambas aportan. A mí me interesa más la de adentro.
– La inspiración y la motivación poética, en su caso, ¿de qué manera y bajo qué condiciones surgen?
– En mi caso, la inspiración poética cesó en el 2011. Toda mi libido está en el ensayo.
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